Este
primero de diciembre, el mundo cumplirá dos décadas
celebrando, cada año, un Día Mundial de Respuesta al VIH/sida,
jornada para visibilizar el enfrentamiento a la llamada
“pandemia del siglo XX”:
La buena noticia es que
cada vez más personas e instituciones se suman a las
labores de prevención de esta cruel enfermedad. La mala,
que aún no se conoce la cura y no ha sido erradicada en
ninguna zona del mundo.
Cuba registra una tasa de
prevalencia de VIH/sida del 0,1 por ciento, la más baja
del Caribe, según la doctora Rosaida Ochoa, directora
del Centro Nacional de Prevención de las ITS/VIH/sida.
Aún así, no hay motivo para el aplauso. La epidemia
aumenta de forma sostenida, en especial entre la
población masculina.
Un 84,8 por ciento
de las personas seropositivas al virus de
inmunodeficiencia humana en Cuba son de sexo masculino.
Dentro de este grupo, el 88,5 por ciento son Hombres que
tienen sexo con otros hombres (HSH).Más
Información...
Los expertos definen como
HSH "a todos los hombres que han tenido relaciones
sexuales con otro hombre al menos una vez en la vida",
pero el término proviene de un concepto fundamentalmente
epidemiológico, según ha explicado Raúl Regueiro Segura,
coordinador del proyecto HSH del Centro Nacional de
Prevención de ITS/VIH/sida.
"Tiene que ver con el
comportamiento de las personas, no con la orientación
sexual (heterosexual, homosexual o bisexual). Cualquier
hombre que se haya expuesto a contraer una ITS con otro
hombre a partir de cualquier situación, ya sea económica,
de aislamiento, curiosidad, violencia u otra, se
considera HSH".
No nació por gusto el
concepto HSH. Estos hombres, a pesar de ir delante en
los números de la epidemia, y sumar más de la mitad de
los cubanos infectados por el VIH/sida, no tienen mucha
noción del peligro a que están expuestos. Integran un
grupo de alto riesgo en la transmisión del virus, pues
acceden a sus prácticas sexuales sin suficiente
percepción de riesgo y, por tanto, sin protección.
Según investigaciones
recientes del Centro de Estudios de Población y
Desarrollo (CEPDE) de la Oficina Nacional de
Estadísticas, el 51,4 por ciento de los HSH, más de la
mitad, se agrupan entre Ciudad de La Habana, las
provincias orientales de Santiago de Cuba y Holguín y
Pinar del Río, ubicada en el extremo occidental de la
isla.
De acuerdo con
estimaciones obtenidas en la Encuesta sobre indicadores
de prevención de infección por el VIH/sida, del CEPDE, "representan
el 4,6 por ciento de los hombres cubanos de 12 a 49 años
y el 5,1 por ciento de los hombres que han tenido
relaciones sexuales alguna vez. Tienen una edad media de
33,6 años y en su mayoría (66,2 por ciento) son de color
de piel blanca".
La investigación
evidencia, además, que entre los años 2000 y 2007 hubo
un incremento en el auto-reconocimiento de los hombres
de su orientación homosexual. Según estas cifras, entre
el 2 y 5,2 por ciento de los hombres que tienen vida
sexual activa en Cuba reconocen haber tenido una
relación sexual con otro hombre.
El estudio también
refiere un aumento de las relaciones estables entre
hombres homosexuales y un incremento de la aceptación
social a ese tipo de uniones, esencialmente en las
principales ciudades de cada provincia del país, que va
de 37,7 por ciento en 2005 a 57,4 por ciento en 2007.
A diferencia de otras
legislaciones, la cubana no incluye regulaciones de
corte homofóbico. Pero el rechazo hacia estas personas
está fuertemente arraigado en buena parte de la sociedad.
Aún en la actualidad, según la indagación del CEPDE, el
42,6 por ciento de la población investigada refiere
niveles de discriminación de alguna magnitud hacia los
HSH que no ayudan a elevar la percepción del riesgo
entre ellos ni a promover actitudes de prevención.
La cultura latina posee
una elevada carga de machismo, con una intensa
apreciación de los valores heterosexistas y eso implica
prejuicio y ridiculización de la homosexualidad. Todo
eso ha complicado las estrategias de acercamiento al
problema.
"Tuvimos que iniciar
campañas de comunicación dirigidas a fomentar el uso del
condón en hombres, para que todo el sexo masculino se
sintiera identificado. A la par, diseñamos otra
encaminada a la aceptación de la diversidad sexual. Está
probado que en cuanto mejoran sus relaciones de
comunicación con la familia y otras instituciones
sociales, los HSH se sitúan en mejores condiciones de
aprender a protegerse", explicó Raúl Regueiro.
Lo cierto es que la
población no ha interiorizado aún la necesidad de
protección. Y al ser la infección entre los hombres que
tienen sexo con hombres la de mayor prevalencia, esa
comprensión resulta vital. Al final, los HSH son los más
vulnerables y con ese mensaje tenemos que amanecer este
primero de diciembre. |