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RADIO SIBONEY: MÚSICA EN VOCES DE MUJER
http://www.mujeres.cubaweb.cu/articulo.asp?a=2008&num=412&art=18 Desde la Ciudad Héroe de la República de Cuba transmite CMDV, Radio Siboney: la estéreo instrumental de Santiago y el Caribe. Somos música y compañía”. Así, hace más de cuatro décadas, se identifica una casa radial sui géneris en el Oriente del país, mientras se escucha la versión del tema Siboney de Ernesto Lecuona.
Las radioemisoras son un mundo de imaginación y sonidos, pero cada una tiene su color. Radio Siboney transmite en vivo, y su locución cuenta con voces exclusivamente femeninas. El tono suave y coloquial como sello distintivo, ha hecho que algunos la llamen: “La emisora de terciopelo”… pero no por ello el trabajo ha de ser menos exigente durante sus 19 horas diarias al aire.
La música instrumental ligera es la especialidad de Radio Siboney en un diapasón que va de la canción a la balada, pasando por la habanera, la criolla, el filing o el bolero. Otros géneros ganan la preferencia como la música de concierto, sinfónica, popular, lírica, coral y el jazz, mas no sólo es la música…
MÁS ALLÁ DEL PENTAGRAMA
Programas dedicados a la orientación de la familia, la divulgación cultural, la información, la poesía y el público joven, conforman su diseño. Aunque en sus propuestas se busca insertar lo más valioso de Cuba y el mundo, la emisora tiene como propósito tocar el entorno santiaguero con su propia mano.
Entre las revistas que protagonizan el día se encuentra Música y algo más. Sus cuatro horas se abren a sucesos y protagonistas a través de la información, el comentario o la entrevista. La directora del espacio, Zulima Nicolau, graduada en Arte de los Medios de Comunicación Audiovisuales en el ISA de Holguín, tiene muy bien definida su proyección:
“He sido partícipe del crecimiento y desarrollo de Radio Siboney en los últimos años. La emisora está en consonancia con la parte de la cultura que amo y defiendo: la de mayor sensibilidad y compromiso. Por eso no hemos querido asumir el hecho artístico sólo como un reflejo, sino participar en él, intercambiar directamente con el artista y reflexionar sobre su obra”.
Personalidades como Electo Silva (Premio Nacional de Música) y Eduardo Rivero (Premio Nacional de Danza) se encuentran entre sus invitados, al tiempo que desarrolla secciones permanentes sobre el ballet, la literatura, el arte joven y el teatro.
Sin embargo, ningún propósito en materia radial es posible sin la voz. Para la experimentada Kenia María González, un locutor es aquel que convierte la idea en verdad. Tal concepto es su razón de ser. Aunque entró a la radio en 1980 desde otras especialidades, la locución la sedujo definitivamente:
“No podría explicarte lo que sucede en mí cuando estoy frente el micrófono: la letra deja de ser algo seco y frío para convertirse en sentimiento. Ahí está la posibilidad de comunicar y de hacer ver a través de la palabra. Siboney, por su parte, tiene un sello muy especial”.
De esa comunicación permanente, conoce también la asesora Ana Gloria Cámbara. Dieciocho años de labor le respaldan, mas ella sabe que cada guión, cada programa es un desafío:
“Aquí todos hemos aprendido. El oyente de esta emisora suele ser muy conocedor y exigente, siempre dispuesto a dialogar, a debatir; un dato ambiguo que el asesor no detecte, el oyente fácilmente lo percibe. La singularidad de esta emisora exige mucha autopreparación”.
Uno de los programas más seguidos tiene un
nombre: Pentagrama. El colectivo lo integran
dos jóvenes prometedores: la locutora
Taiyana Garbey, poseedora
de una cálida voz, y el operador Ismael Perdomo. Vilma Kenia,
dirige. Cada día se propone la identificación de una obra
musical: de José María Vitier a
Épocas y estilos musicales recorren las mañanas de Radio Siboney.
EL SONIDO DE LOS DESCUBRIMIENTOS
En los atardeceres, la planta radial santiaguera propone un regalo bajo la guía de Misael Lageyre. En 1997, el artista recibió el Premio Imago y un año después, su tesis de graduación del Instituto Superior de Arte fue al mismo tiempo, el diseño sonoro de la emisora.
“Aquí tuve la oportunidad ―asegura― de crear un nuevo programa: En todos los sentidos, un variado de ciencias, tecnología, curiosidades, reflexiones… que me permitió poner en práctica conocimientos y ganas un tanto personales. Ahora dirijo también Estación 90.5 dedicado a la música universal”… pero no es todo, el artista encontró aquí razones que trascendieron los estudios:
“La emisora es mi otro hogar, donde me siento a gusto, donde las relaciones humanas y profesionales me llenan espiritualmente. Los oyentes se han vuelto amigos que se preocupan por todo”.
La antena nocturna, por su lado, reserva un
sonido para los descubrimientos: Hallazgos. La
armonía de ese equipo es responsabilidad de alguien que lo
sabe hacer a la perfección, José Julián
Padilla Sánchez. Artista de Mérito de
“En todos estos años, hemos podido hacer ciclos de música culta, coral, sinfónica; ciclos de estilos y autores, una diversidad de ofertas estético musicales con grandes orquestas y directores, propuestas de alta factura desde una emisora municipal. No hay que olvidar que Santiago de Cuba es una ciudad que cuenta con un larga historia musical, con Orquesta Sinfónica, agrupaciones de cámara, salas de conciertos y conservatorios”.
Por supuesto, a esa programación actual la respaldan… cuarenta años de creación.
“VENÍAMOS CON NUESTROS PROPIOS HIJOS”
Los antecedentes de Radio Siboney pueden hallarse en CMDV Radio Valpín, emisora privada fundada en 1957 y que transmitía desde el edificio del teatro Aguilera, en el centro de Santiago de Cuba. Su estilo de programación a base de música instrumental y apuntes culturales hizo que no fuera nacionalizada, unido a su condición de miembro activo del FIEL: Frente Independiente de Emisoras Libres. El final llegaría en una jornada terrible para la ciudad: el 16 de abril de 1966: las llamas devoraron el hermoso teatro, y con él, desaparecieron los pequeños estudios.
Pasaron algunos años. Nadie se resignaba a la pérdida. Por eso, cuando el 9 de agosto de 1968 nació la nueva emisora, toda la ciudad festejó. Hilda Gonce nunca ha podido olvidar ese día:
“Estábamos todas nerviosas, aunque ya tenía experiencia en la radio. Habíamos buscado un balance de voces: una muy grave que era la de Erma González, una intermedia que era la mía y una más aguda, la de Gisela Bell Heredia, hoy periodista de Radio Rebelde. Más adelante se incorporó Margarita Ferrer.
“Yo había trabajado en Valpín… y me emocionó abrir de nuevo la planta, después que se nos habían quemado todos los discos. Volvimos a abrir con un esfuerzo muy grande del departamento técnico, de todos. Los oyentes enseguida llamaron, y fue un día muy hermoso, de mucha solidaridad humana”.
María Elena Pineda también estuvo desde el principio. Cuando decidió acogerse a su jubilación en el 2008, tuvo el aplauso de jóvenes, de experimentados; y es que sus manos conocen mejor que nadie los secretos de las viejas máquinas.
“La emisora abrió con una plantilla muy sencilla: tres locutoras, tres operadoras y una discotecaria. ¡Imagínate tú!… una emisora netamente de mujeres, manteniendo una programación hasta la madrugada. Empezamos todas jovencitas, nos fuimos casando y teniendo hijos. Aquí ha pasado de todo…
“Cuando no había quien cuidara a los niños, ellos venían para acá junto con nosotras a las seis de la mañana. Y te digo que alguna vez salió al aire un niño llorando o diciendo: “¡Mami, la leche! Esas cosas han pasado, pero nosotras nunca nos echamos para atrás; este era nuestro lugar y teníamos que estar aquí”.
Radio Siboney salió al aire desde un local
ubicado en la calle Aguilera 511 (sede actual de
Poco a poco, las notas culturales y tiras musicales, se transformaron en programas con perfiles definidos, y a partir de 1993, se convierte en la primera emisora en Santiago de Cuba que transmite por FM estéreo: un sonido de alta calidad. De esas vivencias forma parte Gisela Gaínza, una dama que se trajo desde Palma Soriano, todo el frescor del Cauto:
“Escucharme durante una década como la voz que identificaba el esfuerzo, el trabajo y la entrega de tantos compañeros, siempre emociona. Tal vez haya que estar adentro para sentirlo, pero era una mezcla de alegría, pena, orgullo, y mucho compromiso. En el barrio, en la bodega, en el consultorio... te reconocen, saben que eres tú. La imagen que yo daba era también la de la emisora, y eso es algo muy serio…
“Descubrí la importancia de saber llegar a las personas con palabras sencillas. Hemos acompañado a toda una generación de oyentes, les hemos enseñado a amar la música instrumental”. A la hora del recuento, no podrá olvidarse a la locutora Felita Martínez, todo un carácter en el micrófono. Tampoco, a Lucía Dalis Mustelier, aunque ya no esté. A pesar de sus severas minusvalías físicas, sabía enlazar música y voces. Era pequeña como una semilla, pero volvía grande lo que tocaba.
¿SANAR CON MÚSICA? Durante más de quince años, María Mercedes Besse Ramírez laboró en varios programas, y con esa experiencia, hace un lustro, dirige esta casa radial. Le ha tocado asumir una hermosa tradición. todas las que le han prendido son mujeres.
“Comencé en el verano de 1991 y pienso que ha sido una suerte compartir todo este tiempo con mis compañeros de trabajo, y haber aprendido todo lo que sé de este medio de comunicación. Trabajamos para lograr el disfrute de toda la familia, la apreciación de la música, sin olvidar el aporte a la preservación de los valores de nuestro pueblo.
“Dirigir no es una tarea fácil, no importa si eres mujer o si eres hombre; pero nosotras tenemos una exigencia doble. Lo más importante es que seguimos adelante, con muchos bríos y deseos de trabajar. A la radio hay que dedicarle todo el tiempo que sea necesario, y para mí, este trabajo sigue siendo un gran reto y un placer. Además, en Radio Siboney he vivido experiencias muy singulares…”
Una de esas singularidades resulta el estudio de la música instrumental como vía terapéutica. En 1998, la investigación de Milton Burke y Yamilé Regalado, fue premiada en el Tercer Encuentro Iberoamericano de Difusores. Se aplicaron programas diseñados con mensajes cortos y música instrumental (diferentes instrumentos) a pacientes que requerían por sus patologías el tratamiento con la cámara hiperbárica en el Hospital General Doctor Juan Bruno Zayas. Esa experiencia marcó un momento muy especial.
Otra aproximación resultó la de la especialista en música, Flora Zayas alrededor de influencia de la música instrumental en los niños ciegos y débiles visuales, realizada en la Escuela Especial Antonio Fernández León del poblado de Boniato… pero estas búsquedas no se han detenido en el pasado. Hace poco más de un año, la reportera y profesora universitaria Aimé Sosa Pompa creó el programa Iluminados para la sabiduría, que apela a la música y a su poder de sanación:
“Es una propuesta única, al menos en territorio oriental. Ofrece ejercicios de relajación, meditación y respiración, apoyados con melodías específicas y con una exigente interpretación del texto a cargo de la locutora, desdoblada en consejera y actriz.
“Los guiones me han llevado al infinito universo de las fábulas de Esopo, a las narraciones de la sabiduría asiática, a libros clásicos de varias culturas y a las experiencias cotidianas. Tomo una frase como piedra angular de la propuesta diaria, y tengo la suerte de que la aceptación del público ha sido inmediata”.
La planta radial suele ser amplificada en el aeropuerto internacional “Antonio Maceo”, de Santiago de Cuba, y en otras instituciones hospitalarias y turísticas, teniendo en cuenta las propiedades relajantes de la música que pone en su antena.
“NUNCA ME SIENTO SOLA”
Radio Siboney recibió el Tercer Milenio con buenas noticias. A su programación se incorporó un colectivo periodístico que permite a la emisora insertarse con mayor profundidad en el panorama cultural de su entorno. Eric Caraballoso, Maritza Mora y la propia Aimé son parte de ese grupo. En el 2001, cuando salió el aire el primer noticiero de la emisora se cumplía un sueño largamente acariciado. Su nombre, “Entrearte”, está inspirado en versos martianos.
La especialización exige un diseño creativo
en el aspecto informativo. Por esa razón, se ha privilegiado
no sólo la cobertura múltiple de eventos como
Cuando se inauguró
Radio Siboney tiene un público fiel. Por eso a Esperanza Pubillones (“Pampi”), una de las oyentes habituales, sólo tuve que hacerle una pregunta:
─ ¿Por qué escucha Radio Siboney?
“Porque me proporciona música y compañía. El slogan que tiene la emisora cumple con lo que hacen. La música me ayuda, me entretiene y me sosiega. Las voces son un toque de compañía. Con Radio Siboney, nunca me siento sola”.
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