7 Days
November 28, 2008
(Dominican Republic)

The erect phalluses’ cemetery
By Alfredo Prieto 

 

A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.

Zoé Valdés has once again strapped a shield to her armpit. No matter how you look at it, her scatological recital to those present in the Miami Book Fair last Sunday put to shame a famous poem by Francisco de Quevedo y Villegas –“A un bujarrón”– if you can discern good literature from its shadow puppet. 

The Cuban gal made it clear in public why she writes like she does: “Miami is worse than ever. Like a friend of a friend said, it’s a cemetery for hard-ons and dripping pussies”, a reference to penises and vulvae, respectively, which she rounded off talking about “Loneliness and lack of cabilla”, meaning not the shortage of the iron bars used to construct downtown skyscrapers, but another linguistic sign to name the phallus in vulgar slang (they call it varilla in the Dominican Republic). Having read one or two of her novels where positions for sexual intercourse are described with a wealth of detail you would have a hard time finding even in the Kamasutra –not a problem in my case, I can give you that– in a language my grandma would put down to the uncouth, she basically certified her vocation for the sewers. Therefore, her statements are in no way inconsistent, but rather the opposite. 

But on top of her seemingly rock-hard will to impress now comes an all-new trait: she declared Miami-based Cubans’ sexual life as virtually nonexistent, the same one which is, as culture dictates, is no different from that of the horny, passionate, ardent, fantastic bed-breakers, etc., etc., who live on the island, according to a recent mini-survey made by an academician among his students in a small room at the Cuban Film Institute. They may have their own reasons to see themselves as such, but all exaggerations aside, it’s a fact of life in our culture, and I fail to see how the mere act of moving to the other side of the Florida Straits can bring with it doomed erectile dysfunctions, unless she was talking about the dripping vulvas of those not-so-young ladies you see hanging around the South Beach nightclubs, hoping to lift one of those well-built handsome balseros who practice the oldest trade in history for a juicy fee. Regardless, it makes no sense to me, since no erection means no fee. And as far as I know, those boys have never had a reputation as losers.  

The rest belongs in a different dimension: politics. She had already published an article in a Spanish newspaper where she put in a good word for dictator Fulgencio Batista, whom she portrayed as a sort of tropical Pericles without giving a damn about the trail of bodies he left in his wake and the millions of dollars he stole in Cuba. But this time she disregarded History, when she said: “Miami has changed a lot (…) Being Obamista and Castrista or dialoguer is the latest craze. If you say you voted for McCain they’ll eat you alive. Miami is worse than ever…”. This is no doubt another matter altogether, but the nub of the question could be summarized with a famous Spanish proverb: there’s no smoke without fire. 

In all other respects, the days are gone when people were shocked by the European avant-gardists who made art with urinals or had a young girl in white recite obscene words. André Breton is held to have told Luis Buñuel: “In our times, my dear friend, nothing surprises people anymore”. Perhaps the writer’s vocation can have a better fate if she decides sometimes to do the only thing she has not done so far: write the lyrics of certain reggaeton songs, which has at least a certain charm of straightforwardness about it, although it’s never above the poetic subtlety of “Si me pides el pescao’ te lo doy”[1]. That is likely to become her true cemetery. 

Alfredo Prieto is a Cuban essay writer and editor. He lives in Havana.

[1] Refrain of a popular comic opera. Literally, “if you ask me for my fish I’ll give it to ya”. (T.N.).



Alfredo Prieto. Editor and author. Editor in Chief of Temas, a Cuban journal on Social Science, Culture and Ideology. He also worked as Editor of Caminos, a journal published in Havana by the Martin Luther King Jr. Memorial Center, a Christian NGO. In his last book,  El Otro en el Espejo (Ediciones UNIÖN; La Habana, 2005), Prieto discusses the framing of  Cuba´s image in the US. He has been several times in the US as visiting scholar.
 

El cemeterio de los falos erectos
28 de Noviembre del 2008, 10:43 AM

 

http://www.7dias.com.do/app/article.aspx?id=38384
 

Zoé Valdés ha vuelto a tomar la adarga en el sobaco. El pasado domingo, los asistentes a la Feria del Libro de Miami escucharon un recital escatológico que, a todas luces, le dio tubo y raya a un famoso poema de Francisco de Quevedo y Villegas, “A un  bujarrón”, con la diferencia que media entre la buena literatura y su sombra chinesca.

 

La cubana demostró ante el público por qué escribe como lo hace: “Miami está peor que nunca. Como dijo un amigo de una amiga mía, es el cementerio de las p… paradas” --una expresión que designa a los penes-- “y de las chochas chorreantes”, otra que remite a las vulvas. “Soledad y falta de cabilla”, remató. No se refería aquí a una carencia del material constructivo empleado para levantar los rascacielos del Downtown, sino a otro signo lingüístico con que la jerga popular designa al falo. Habiendo leído alguna que otra novela suya donde se describen con lujo de detalles posiciones sexuales difíciles de hallar hasta en el mismo Kama Sutra --eso para mí, lo confieso, no es ningún problema--, pero donde se emplea un lenguaje que, para ser exactos, mi abuela identificaba con los carretoneros, en el fondo no hizo sino patentizar su vocación por los caños. Sus declaraciones, pues, no constituyen para nada una incongruencia, sino todo lo contrario.

 

Pero a esa voluntad de epatar, que parece estar inscrita en piedra, se suma ahora una faceta inédita: declarar casi inexistente la vida sexual de los cubanos miamenses, esa que por una cuestión cultural tiene, básicamente, las mismas características de los de la Isla: apasionados, fogosos, hirvientes, bárbaros, rompe-sábanas y un largo etcétera, según una mini-encuesta hecha hace poco por un académico a sus alumnos en una salita del ICAIC. Pero, exageraciones aparte, se trata de un hecho comprobado en nuestra cultura, y no veo cómo el mero dato de mudarse al otro lado del Estrecho le sirva de motivo para declarar disfunciones eréctiles mortuorias, a menos que con lo de las vulvas empapadas tenga en mente a las medio-tiempo que a la salida de las discotecas de South Beach andan buscando a esos apuestos y fornidos balseros, quienes ejercen el más antiguo de los oficios por una bonificación razonable. Pero aun así, lo veo como un contrasentido, pues evidentemente sin erección no hay bonificación posible. Y esos muchachos no tienen, que yo sepa, fama alguna de losers.

 

Lo otro pertenece a un terreno distinto: el de la política. Ya antes había publicado en un periódico español una defensa del dictador Fulgencio Batista al presentarlo como una suerte de Pericles tropical, saltando olímpicamente por encima del reguero de muertos que dejó en su camino y de los millones de dólares que se robó de Cuba. Pero esta vez no se dedicó a la Historia. Declaró: “Miami ha cambiado mucho (…) La moda es ser obamista y castrista o dialoguero. Si dices que hubieras votado por McCain te comen vivo. Miami está peor que nunca…”. Esto sin dudas merecería un artículo aparte, pero su idea central podría resumirse en un clásico refrán español según el cual cuando se ladra es porque alguien cabalga.

 

Por lo demás, ya terminaron los tiempos en que la gente se escandalizaba cuando las vanguardias europeas epataban al público utilizando un mingitorio como objeto artístico o poniendo a una muchacha vestida de blanco a recitar palabras obscenas. Cuentan que  André Breton le dijo a Luis Buñuel: “En nuestros días, querido amigo, ya nadie se asombra”. Quizás la vocación de la autora pueda tener mucho mejor cauce si se dedicara alguna vez  a lo único que no ha hecho hasta ahora: escribir letras para ciertos reguetones, que por lo menos tienen el desencanto de lo directo, siempre muy por debajo de la sutileza poética de si me pides el pescao te lo doy. Ese será, probablemente, su verdadero cementerio.

 

 

Alfredo Prieto.

 

Ensayista y editor cubano. Reside en La Habana.

30 de noviembre 2008

 


This is what Zoe Valdes looks like:
http://www.7dias.com.do/app/article.aspx?id=36946