November 12th, 2008

The Indomitable Voice of Africa

PEDRO DE LA HOZ

Never allowing herself to be seduced by the glitter of celebrityhood, Miriam Makeba will always be remembered as the indomitable voice of Africa.

MIRIAM MAKEBA DURING HER LAST TRIP TO CUBA.

Makeba travelled to Cuba for the first time in 1972 and gave her last performance on October 7, 2005 in Havana. At the time, she told the press that Fidel Castro was her star.

Miriam Makeba brought African music to the world stage, first performing in the United States in 1959. After appearing in front of the United Nations in 1963 to denounce the Apartheid regime in South Africa, she was stripped of her citizenship. The act was in vain, as Miriam had already become a citizen of the world. Cuba was quick to grant her citizenship in a gesture she always remembered. She also received the Cuban National Culture Award.

Makeba had a big hit in Cuba with Pata Pata in the late 1970s, by which time she was an international star, not only for her voice, but as Mama Africa, an unrelenting fighter against racism.

Her work with Harry Belafonte in 1996 resulted in the album An Evening with Belafonte, which won a Grammy award for Best Folk Music Album.

Miriam Makeba was instrumental in focusing a spotlight on South African music opening the door for musicians such as Hugh Masekela, The Mahotella Queens, Juluka, Ladysmith Black Mambazo and others.

In her last years, Makeba embarked on a world farewell tour and was tireless in her work as Goodwill Ambassador for South Africa and for the United Nation’s Food and Agricultural Organization. She was also a known for her work to help victims of landmines through the Makeba Center.

Before singing the last song she would ever sing in Havana, Makeba told the crowd, "In South Africa we are free, thanks in big part to you. Thank-you." Now it is time to return the gratitude, Makeba’s art has made us and will continue to make us better.

http://www.granma.cubaweb.cu/english/news/art0037.html



11 de noviembre 2008

La voz indomable de África

PEDRO DE LA HOZ pedro.hg@granma.cip.cu

http://www.granma.cubaweb.cu/2008/11/11/cultura/artic02.html 

Nunca se dejó seducir por el brillo de las lentejuelas ni los fastos de la celebridad. Miriam Makeba quedará en el recuerdo como la voz indomable de África.

La Makeba en su último viaje a Cuba.

Vino a Cuba por primera vez en 1972 y su último encuentro con el público aconteció el 7 de octubre del 2005 en el teatro Astral. En esa oportunidad dijo a la prensa: "Fidel Castro es mi estrella". Desde finales de los sesenta entre los jóvenes cubanos se había hecho popular su tema Pata pata. Todos sabían desde entonces que Miriam no solo era una gran cantante —reconocida como Mamá África— sino una inclaudicable luchadora contra el racismo en su patria y en todos los confines del planeta.

Antes de Miriam, la canción africana era vista en el mundo desarrollado como un accidente folclórico u objeto de estudio de los etnólogos. Su presencia en EE.UU., a partir de 1959, fue definitiva para su consagración mundial. También marcó un hito en su proyección política y social puesto que a raíz de haber comparecido ante Naciones Unidas en 1963 para denunciar el oprobioso régimen del apartheid, el gobierno sudafricano le retiró la ciudadanía. Vano castigo; la sudafricana comenzó a ser una verdadera ciudadana del mundo. Cuba, en gesto que siempre agradeció, le dio su ciudadanía, y más tarde la condecoró con la Distinción por la Cultura Nacional.

Su colaboración con Harry Belafonte en 1996 fructificó en un disco considerado de culto, An evening with Belafonte, que mereció el Grammy al Mejor Álbum de Música Folk.

Ese triunfo permitió visualizar la riqueza de los cantantes negros sudafricanos, con mucho que aportar al rock, al pop y al jazz. Miriam le abrió las puertas a Hugh Masekela, las Mahotella Queens, Juluka, Ladysmith Black Mambazo y otras luminarias de renombre internacional.

En los últimos años emprendió una gira mundial para despedirse del público, y se consagró a cumplir obligaciones como Embajadora de Buena Voluntad de su país y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y a fomentar desde el Centro Makeba acciones encaminadas al auxilio de las personas mutiladas por las minas terrestres.

"En Sudáfrica ya somos libres, ustedes tienen mucho que ver con ello. Gracias", dijo la Makeba antes de entonar su última canción en La Habana. Toca ahora devolver la gratitud. Su arte nos hizo, y nos hará, mejores.