Boletin Informativo
El Heraldo

 

                                                         EDITOR:  Néstor García Iturbe

 

 

 

 

 

 



 

 

OBAMA Y LA POLITICA HACIA CUBA.

 

 

                                                                      Dr.  Néstor García Iturbe

                                                                      24 de septiembre del 2008

 

El día 22 de septiembre, en una entrevista concedida a la revista colombiana Caracol, el candidato a la presidencia de Estados Unidos por el partido demócrata, Barack Obama realizó declaraciones en relación con Venezuela y Cuba.

 

Las declaraciones de Obama sobre  la política que piensa desarrollar en relación con Cuba en cierta medida ratifican lo que ha dicho con anterioridad, aunque ahora agregó algunas frases interesantes que puntualizan sus futuras acciones.

 

“La libertad del pueblo de Cuba es de interés nacional”.     "Creo que debemos montar presión al gobierno de Raúl Castro y los que integran su gobierno para que pongan en libertad a los presos

políticos y crear libertad política, de prensa, de expresión, pero debemos movernos hacia una nueva era y una política diferente para avanzar hacia el siglo XXI y no quedarnos en el siglo XX", aseguro Obama.

 

Evidentemente, Obama se suma a la retórica reaccionaria que ha sido utilizada por todos los que han ocupado la Casa Blanca a partir del triunfo de la revolución, republicanos y demócratas.  Le preocupa la libertad en Cuba. Es algo que considera propio  del interés nacional de Estados Unidos.  De acuerdo con su criterio,  con las presiones que pueda hacer al gobierno de Cuba después de alcanzar la presidencia, si la alcanza, luchará por la “libertad de los presos políticos y crear libertad política, de prensa y de expresión”.

 

Si Obama piensa dedicarse a crear en Cuba las libertades que menciona, es porque desconoce que estas existen. Su planteamiento de moverse hacia una nueva era, avanzar hacia el siglo XXI y no quedarse en el siglo XX es totalmente contraproducente cuando piensa repetir el mismo error cometido anteriormente. Ponerle presión a Cuba es un serio error. Inmiscuirse en sus asuntos internos es la misma chapucería de siempre.

 

Nuevamente repitió a la revista Caracol la fórmula que pensaba emplear para reducir a la obediencia a los insurgentes.

 

En caso de llegar a la Casa Blanca, dijo, "se puede comenzar aflojando las restricciones sobre las remesas (de dinero) que son enviadas (desde Estados Unidos) por los familiares de los cubanos" a sus parientes en la isla. También "levantando las restricciones para que los cubanos-americanos puedan visitar a sus familiares en la isla con mas frecuencia. Eso enviaría una señal que nosotros estamos dispuestos a manejar otra vía, pero creo que debemos mantener el embargo hasta que tengamos una señal clara que hay libertad en Cuba", añadió el aspirante.

 

La manipulación del envío de remesas y el levantamiento de las restricciones de viajes a los cubano-americanos no deja ser parte de la politiquería propia del proceso electoral en que se encuentra enfrascado. Evidentemente está buscando la simpatía de los votos de la Florida y otras áreas donde los exilados representan una fuerza electoral considerable. El bloqueo es otro asunto, de ahí que plantea lo mantendrá hasta estar seguro que existe “libertad” en Cuba.

 

Cuando analizo lo dicho por Obama, que no es cubano, no es un experto en Cuba,  no habla español, ni ha visitado nuestra isla, llego a la conclusión de que sus palabras son la repetición de lo que sus asesores en política exterior le han dicho que diga.  Esto mismo pudiera decirse del otro candidato, McCain, aunque las posiciones de este son más claras en cuanto su hostilidad hacia Cuba.

 

Las posiciones de Obama pueden calificarse dentro de las acciones de diversionismo ideológico que algunos elementos de la clase dominante en Estados Unidos, utilizando los tanques pensantes, apoyados por la CIA y otros servicios especiales estadounidenses, han tratado de promover como vía para eliminar la revolución cubana.

 

Uno de esos tanques pensantes, el Council on Foreign Relations, financiado principalmente por la familia Rockefeller, emitió un documento  el 12 de enero de 1999 titulado Relaciones Cuba-Estados Unidos en el Siglo XXI   (el mismo siglo al que se quiere mover Obama).

 

Dentro de los objetivos del documentos se plantea que “los E.U. pueden pasar ahora a la segunda etapa de su política a largo plazo hacia Cuba: trabajar para crear las mejores condiciones posibles para una transición pacífica en Cuba y el surgimiento de una Cuba libre, próspera y democrática en el siglo XXI”

 

¿Cuál es esa segunda etapa de la política hacia Cuba? ¿Cómo piensan crear las condiciones para la llamada “transición”, que se menciona en el documento  y después ha sido tomada como bandera contra Cuba, inclusive hasta por el propio Bush?

 

El documento plantea varias recomendaciones para crear el clima propicio para la “transición”. Estas las divide en cuatro grandes epígrafes, uno de ellos dirigido a las acciones que deben realizarse de conjunto con la comunidad cubano-americana residente en Estados Unidos. Los pasos a dar para garantizar el clima deseado serían:

 

-Terminar las restricciones sobre las visitas humanitarias.

-Aumentar el tope de las remesas.

-Permitir el retiro hacia Cuba de los cubano-americanos.

-Promover la reunificación familiar.

-Restablecer el servicio postal directo.

 

Cada una de estas recomendaciones están ampliamente explicadas en el documento y argumentada la forma en que contribuirían a la llamada “transición”. Además de estas, el informe plantea otras veinte recomendaciones que agrupa por sectores como el cultural-académico, el comercial y el oficial.  Un  plan amplio y bastante completo de cómo conducir la subversión y minar en lo más profundo las bases de nuestra revolución.

 

La convocatoria a   elecciones presidenciales en Estados Unidos  y la complicada situación política y económica que se vislumbraba, compulsó al Council on Foreign Relations a que emitiera un nuevo documento en Mayo del 2008, el cual tenía un enfoque más amplio y cuyo título fue Relaciones Estados Unidos-América Latina. Una nueva dirección para una nueva realidad.

 

El grupo de trabajo que confeccionó el documento, dirige tácitamente algunas de sus recomendaciones a “la nueva administración de Estados Unidos y el Congreso”, lo que ratifica que el mismo se ha confeccionado con el propósito de que se tome en consideración en relación con la política hacia América Latina, sea cual fuere el nuevo presidente.

 

En cuanto a los mecanismos para implementar las recomendaciones el documento no plantea nada nuevo.  Utilizar la USAID, fortalecer el papel de las Organizaciones No Gubernamentales (NGO), dar prioridad a lo que se llama “sociedad civil” y apoyarse en lo que llaman organizaciones multilaterales dentro de las que mencionan al Banco Mundial, el Banco Inter-Americano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional, la Corporación Internacional de Finanzas y la Organización de Estados Americanos (OEA).

 

Dentro de los objetivos, el documento plantea que “Estados Unidos debe continuar luchando por apoyar la democracia y plantear su preocupación cuando percibe que algún gobierno no está manteniendo las instituciones democráticas y las prácticas básicas de los derechos humanos. En esos casos no se deben romper las relaciones diplomáticas.  Si Estados Unidos ignora y aísla alguna nación del hemisferio reduce la posibilidad de influir en dichos países……….. e inadvertidamente fortalece los gobiernos de los mismos, como ampliamente ha demostrado la experiencia de lo sucedido con Cuba.”

 

Interesante experiencia que explica un cambio total de política promovido por lo que sucedió con Cuba.  A partir de ahora se recomienda no romper relaciones, mantenerse y luchar desde adentro contra el gobierno del país. Eso están haciendo en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil y Nicaragua.

 

El informe dedica varios párrafos a las relaciones con Venezuela y la forma en que deben conducirse estas para garantizar los intereses estadounidenses.

En cuanto a Cuba también dedica una sección del documento en la que se  analiza los pasos dados por distintas administraciones en relación con la isla y lo errónea de la política seguida en muchos casos.

 

Dentro de las recomendaciones del informe considero conveniente destacar algunas que coinciden con los planteamientos que fueron realizados recientemente por Obama. Estos son:

 

-Permitir viajar libremente y dar facilidades para el comercio con Cuba. La Casa Blanca debe dejar sin efecto las restricciones impuestas en el año 2004 sobre las remesas y los viajes de los cubano-americanos.

-Poner en vigor nuevamente y liberalizar las trece categorías de licencias para los viajes “Pueblo a Pueblo” para todo estadounidense.

 

Se plantean otras recomendaciones relacionadas con el comercio, los contactos oficiales, la exploración de petróleo en las aguas territoriales de Cuba, las posibles presiones por medio de los países de la Unión Europea y otras acciones que deben estar encaminadas a fortalecer la “transición” en Cuba.

 

Dentro de los miembros del equipo de trabajo que confeccionó el documento se encuentran personas vinculadas a organizaciones que se han distinguido por su hostilidad hacia Cuba,  por su vinculación con la CIA  y otros servicios especiales estadounidenses y por estar vinculados a corporaciones financieras . Nos referimos a Diálogo Interamericano, National Endowment for Democracy, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Departamento de Defensa, Consejo Nacional de Seguridad, USAID, American Express, Ford Foundation,  Merrill Lynch & Co, el Nacional Intelligence Council y otros que representan los más altos intereses de la clase dominante en Estados Unidos.

 

Dentro de los “académicos” que participaron en la investigación que originó este informe se encuentran algunos conocidos por su hostilidad hacia Cuba, como son Peter Hakim, R. Rand Beers, Margaret E. Crahan, James T. Hill,

J. Patrick Maher, Julia E. Sweig y otros.

 

El trabajo cita pocas referencias bibliográficas, sin embargo me llamó la atención una que seguramente se escapó a la revisión, la cual aparece en las páginas XVI y XVII y dice literalmente:

 

Source: CIA World Factbook,
https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/reference_maps/south_america.html

 

En Estados Unidos existen dos tendencias de cómo conducir las actividades contra Cuba encaminadas a la eliminación de la revolución. Una de ellas es la tremendista que quiere mostrar su fuerza constantemente y eliminarnos de la faz de la tierra.  La otra es la subversiva, que quiere minar nuestras bases y provocar la llamada “transición” como si fuera un movimiento interno, “democrático”, en el cual Estados Unidos no aparezca públicamente aunque lo dirija y subvencione.

 

Los que pusieron en boca de Obama las ideas que divulgó el 22 de septiembre pertenecen a la tendencia subversiva.