¿Por qué el Autor
Intelectual?
Por: Miralys Sánchez
Pupo
José
Martí con la herencia de su pensamiento y palabra siempre fue una
voz inapagable. Bajo esa luz La pléyade de esos jóvenes marchó al
ataque al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Estaban convencidos
de su estirpe martiana al decidir marchar hacia el lugar donde
descansaba el Maestro en emocionado homenaje.
Pero quienes representaron a la dictadura que ensangrentaba el país
sin pensar en la profundidad del gesto solo preguntaban en medio del
juicio por los sucesos ¿quién era el autor intelectual? Las hienas
buscaban un culpable de las acciones. La autodefensa pronunciada por
Fidel Castro, en el pequeño espacio de la Escuela de Enfermeras de
Santiago de Cuba, fue clara y contundente al asegurar “Traigo en la
mente las ideas del Maestro”, cuyos materiales no le dejaron
consultar en su celda. En otros fragmentos de la intervención el
joven líder describió la nefasta situación de un país que había dado
la espalda al pensamiento político más alto del siglo XIX
latinoamericano.
Fidel también ratificó que era imposible dejar morir al Maestro en
el año del centenario de su natalicio, por eso ellos estaban allí
para demostrarle que él vivía en esa nueva hornada de combatientes
fieles ante su memoria y decididos a continuar la batalla que no
llegó a coronar la verdadera independencia de la patria. Y abrió un
paréntesis histórico al convertir aquel revés militar en victoria
política que cimentó las futuras acciones. Ellas aparecieron en el
texto del alegato bajo el título exacto y preciso de La Historia me
Absolverá. La espiritualidad martiana aparecía a lo largo de sus
páginas, el Maestro estaba ahí totalmente vivo porque latía
nuevamente como un gran David vencedor de Goliat.
La autodefensa del líder de la revolución se fue escribiendo con
zumo de limón en hojas muy finas. Ellas salieron entre los cabellos
de Haydee Santamarina de la cárcel y poco a poco se fue conformando
página a página para ser reunidas y difundidas. La histórica que
justificaba al Maestro como Autor Intelectual de la nueva etapa de
la gesta se convirtió en el programa de la revolución que debía
triunfar. Ella contenía la descripción de los males que existían en
el país al definirlos como llamas a desaparecer en el sagrado deber
de la justicia social y la igualdad de todos los cubanos, la
educación, la salud pública, el problema del desempleo, la
agricultura, la vivienda, la entrega de las riquezas del país a
extrañas fuerzas exteriores.
El dramático cuadro planteaba tareas gigantescas. Por eso aseguró
Fidel “¡Ése es el pueblo, cuyos caminos de angustias están
empedrados de engaños y falsas promesas, no le íbamos a decir: "Te
vamos a dar", sino: "¡Aquí tienes, lucha ahora con toda tus fuerzas
para que sean tuyas la libertad y la felicidad.”