July 23, 2008

A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann. Original: http://www.granma.cubaweb.cu/2008/07/23/nacional/artic03.html

Blas Roca: the final resting place and beloved land

By René Castaño

A small gravestone on “bare land” marks the final resting place of Blas Roca Calderío, a man of surpassing moral stature and modesty.

Twenty-two kilometers from Havana’s Revolution Square, in a grove next to the Mausoleum of El Cacahual –erected in memory of General Antonio Maceo and his aide-de-camp Captain ‘Panchito’ Gómez Toro– is the spot chosen by the top leaders of the Communist Party of Cuba to bury a man who left his stamp on the Cuban people’s heart of hearts.

Blas Roca was accorded the honors befitting a General who dies in combat and buried in El Cacahual –“in bare land”, like he wanted– on April 26, 1987. Fidel and Raúl presided over the solemn ceremony.

In his eulogy to this exceptional and model revolutionary of remarkable virtues and extraordinary talent who devoted his entire life to the cause of the humble, Commander-in-Chief Fidel Castro said:

"Some years ago, when his physical condition was getting worryingly worse but with the singular lucidity he displayed in his every battle, comrade Blas made known to the Party leadership his wish that, on his death, about which he had already thought quite naturally and with maturity, to be buried in what he called “bare land” instead of a vault.

"Intent on respecting comrade Blas’s will, our Party leadership understands his request as still another expression of his humility and modesty and a symbol of his eagerness, even after his death, to be outlived by his characteristic unaffectedness.

"That is why we resolved to bury him near El Cacahual, in the sacred land of the Homeland to which he dedicated his life, and till there the top leaders of our Party will escort his mortal remains, together with his family. And to do everything according to his wishes, we will only put a humble gravestone to mark the spot."

There in El Cacahual lies Blas Roca Calderío, a few meters away from the Bronze Titan, ‘Panchito’ and Juan Fajardo Vega, our last mambí* fighter. There he will be forever accompanied by the monuments to Colonel Juan Delgado –who led a small group of decimated soldiers to recover the corpses of Maceo and his aide– and Pedro Pérez and his children, as conscientious and loyal keepers of such distinguished remains.

(*) A Cuban independence fighter in the war against Spain. (T.N.).

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Blas Roca: el último lecho y la tierra amada

René Castaño

Como un hombre de talla espiritual y humildad elevada descansa Blas Roca Calderío en un sencillo lecho en "tierra pelada", identificado por una pequeña lápida.

En áreas de El Cacahual, “en la tierra pelada” como era su deseo, los restos de Blas Roca fueron sepultados con honores de General muerto en campaña, el 26 de abril de 1987. En la foto, Fidel y Raúl presiden la solemne ceremonia.

A 22 kilómetros de la Plaza de la Revolución, en la arboleda junto al Mausoleo de El Cacahual —erigido en memoria del Lugarteniente General Antonio Maceo y el Capitán Ayudante Panchito Gómez Toro—, la alta dirección del Partido Comunista de Cuba decidió dar sepultura a quien tan hondo caló en el corazón del pueblo cubano.

Acerca de esa decisión expresó el Comandante en Jefe Fidel Castro, el 26 de abril de 1987, en la despedida de duelo de este hombre excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento, revolucionario ejemplar que dedicó por entero su vida a la causa de los humildes.

"Con la singular lucidez que le acompañó en todos sus combates, hace varios años, cuando su salud física comenzaba ya a quebrarse preocupantemente, el compañero Blas hizo llegar a la dirección de nuestro Partido su deseo de que, a su muerte, sobre la cual en ese momento él reflexionaba con naturalidad y madurez, sus restos fuesen sepultados, según sus propias palabras, ‘en la tierra pelada’, es decir, que no se inhumasen en un panteón.

"La dirección de nuestro Partido, al respetar la voluntad del compañero Blas, interpreta esta solicitud suya como una expresión más de su humildad y su modestia, ya que ella envuelve el afán de que, aun después de muerto, perdure la auténtica sencillez que le caracterizó.

"Es por ello que se adoptó la decisión de sepultarlo en las inmediaciones de El Cacahual, en la tierra sagrada de la Patria, a la que consagró su vida. Hasta allí los miembros de la dirección de nuestro Partido acompañarán sus restos junto a sus familiares. Y en ese lugar donde le dejaremos, sin faltar a su deseo, habrá solo una modesta lápida."

En el Cacahual yace Blas Roca Calderío, a pocos metros del Titán de Bronce, de Panchito, y también de Juan Fajardo Vega, el último mambí. Allí está escoltado para la eternidad por los monumentos al coronel Juan Delgado, quien al frente de una diezmada tropa recuperara los cuerpos de Maceo y su ayudante, y a Pedro Pérez y sus hijos, fieles y celosos guardianes de tan ilustres restos.

http://www.granma.cubaweb.cu/2008/07/23/nacional/artic03.html