March 20-27, 2008

A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.
http://www.somosjovenes.cu/index/semana40/muertsep.htm

Till death do us apart?

By Mongui

“Everyone is born with their own fate,” Yasmani said. He’s 16, but seems to be pretty lucky in love. “Fooling around is my thing. I know I’ll have to settle down some day, but right now I’m not into serious courting”.

Reicito is just a few months his senior, but new ‘conquests’ rain down on him all the time. He goes steady with no one, since his hobby, as he himself calls it, is to add ‘gals’ to his personal record.

Believe me when I say I’m not describing a couple of mean boys or anything like that. Far from it! Truth is, that’s how your mind goes when you’re that age, at least according to several research works on young people, said Dr. Beatriz Torres when she guested on the Cuban TV program Pasaje a lo desconocido (Passage to the unknown) to talk about teenage sexuality.

It’s not a boy thing, only girls are more constrained by stereotyping and social taboos. However, they’re also taking some ‘firm’ steps in matters of sex, an unthinkable attitude just a few years ago.

“You should relate to other boys before you get married so you’re not at a loss what to do when the time comes,” assured a seventeen-year-old girl. “Besides, the fact that you do some necking and petting with a boy you like doesn’t mean you must marry him. You can enjoy yourself for a while and then just forget the whole thing and go on being friends”.

Another girl comments, with total lack of inhibition:

”I sure like to hit-and-run myself! No boy keeps me awake at night; I’m too young for that and have to finish school before I give some serious thought to anything else”.

Going backwards

In ancient times, the early men and women were not exactly choosy as far as sexuality was concerned. Whole groups of men were known to marry whole groups of women without taking into account anyone’s merits. It’s in the Bible where we find the first recorded rules of woman’s submission to man, only possible when matriarchy saw the light of day, closely followed by machismo.

“Thou shalt be under thy husband's power, and he shall have dominion over thee”, recommends Genesis 3:16, whereas I Corinthians 11:7-9 states: “The man… is the image and glory of God. But the woman is the glory of man, for the man is not of the woman: but the woman of the man. For the man was not created for the woman, but the woman for the man”.

A number of regulations, values and trends derive therefrom which have always governed human behavior, including monogamy, a feature primarily designed for the female so she remains forever shackled to her marriage.

Monogamous couples

Young people seem to care more about enjoying themselves as much and as often as they can with partners they usually refer to as ‘friends with sporadic advantages’ or ‘indulgent’. Yet, their ultimate goal remains the old till-death-do-us-apart relationship. Some things have changed, though.

“Couples are changing,” confirms Dr. Torres. “We studied a group of young boys and girls between 16 and 17 and one major finding was that even at their age they highly value emotional commitments, not from the ‘official’ viewpoint of a steady marriage, but a commitment to a given moment in their life.

“They have broken with the old ‘we-will-be-together-forever’ pattern and embraced a different one that goes, ‘We’ll be together, all right, but for as long as we’re happy with each other’. In other words, the concept of fighting for what we find useful and important, has changed.

“On the other hand,” adds the expert, “there’s still the stereotype of the monogamous couple, having children, mutual commitment, fidelity… Studies of youths and teenagers show they still praise it and promote it, although they’re equally convinced they should have casual affairs, what Cuban youths call descargas, just to make out and have some pleasure”.

Young people have always experimented with sex; they still do and they always will. Therefore, the important thing is to make sure we give them the proper guidance and education to help them be responsible about their sexuality and wear condoms as a key requirement to practice safe sex.

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¿Hasta que la muerte nos separe?

Por Mongui

“Cada uno nace con su suerte —me decía Yasmany Pedro, un joven de 16 años bastante afortunado en amoríos para su edad—. Lo mío son las “jevitas” (muchachas). Sé que algún día tendré que formalizarme, pero ahora no estoy para un compromiso serio”.

Reicito le lleva unos meses (ya cumplió los 17) y las “conquistas” le llueven. No se oficializa con nadie porque su hobby, según sus propias palabras, es sumar “niñas” en su aval.

Créanme que no estoy describiendo a un par de chicos malos ni nada que se les parezca. ¡Todo lo contrario! Lo que sucede es que esa edad casi siempre se piensa de esa forma. Al menos así lo demuestran algunos estudios juveniles, de acuerdo con el criterio de la doctora Beatriz Torres, invitada al espacio televisivo cubano “Pasaje a lo desconocido”, dedicado a la sexualidad en la adolescencia.

El fenómeno no es inherente solo a los varones, sino que las muchachas se ven más limitadas debido a estereotipos y tabúes sociales. En cambio, ellas también van tomando ciertas iniciativas “fuertes” en torno al sexo, impensables hace algunos años.

“Sin exagerar, una debe relacionarse con otros varones para no ir al matrimonio despistada —afirmaba una muchacha de 17—. Además, el hecho de que compartas con una persona que te guste, no significa que tengas que casarte obligatoriamente. Puedes disfrutar de un momento y luego, tan amigos como siempre”.

Otra, con el mayor desenfado acota:

”¡Yo sí que soy pinchadora! No cojo mucha lucha con ninguno, porque todavía estoy muy joven para eso y tengo que terminar mis estudios antes de pensar en lo otro”.

Hacia atrás
En la antigüedad, el hombre primitivo no era tan exigente en cuanto a la sexualidad. Se sabe que en la comunidad primitiva, grupos enteros de hombres se casaban con grupos enteros de mujeres sin que se disminuyera la valía de ninguno. Fue la Biblia la que dictó las primeras normativas de sumisión que se conocen con respecto a la mujer del hombre. Esto pudo suceder, únicamente, cuando se estableció el matriarcado, y con él, el machismo.

“Buscarás con ardor a tu marido, que te dominará”, recomienda Génesis 3:16, mientras que I Corintios 11:7-9 manifiesta “El varón… es imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del varón, pues no procede el varón de la mujer, sino la mujer del varón; ni fue creado el varón para la mujer, sino la mujer para el varón”.

De aquí se deriva un conjunto de regulaciones, valores, tendencias que han regido la conducta humana por los siglos de los siglos. Se instituye la monogamia, planificada sobre todo para la mujer en un matrimonio que la encadenará para toda la vida

La pareja monogámica
Los jóvenes parecen más ocupados en disfrutar cuanto y cuando pueden con sus parejas, a las que suelen llamar “amigos con ventajas ocasionales” o “amigos complacientes”. Sin embargo, la aspiración final persiste en la relación hasta que la muerte los separe. De todas maneras, hay cambios.

“La pareja está cambiando —confirma la doctora Torres—. Se hizo un estudio con jóvenes de 16 a 17 años y una de las cosas que se detecta como punto de desencuentro entre varones y chicas es que en estas edades se valora la importancia de tener un compromiso emocional, aunque no estoy hablando del compromiso en sentido “oficial” solamente de matrimonio, de compromiso estable, sino de un compromiso del ahora.

”Rompen con el paradigma de nos vamos a unir para toda la vida para asumir otro: Nos vamos a unir, sí, pero hasta que seamos felices. O sea, el concepto ha cambiado, es el concepto de luchar por lo que nos sea útil y nos sea importante.

“En cambio —continúa la especialista—, todavía se mantiene el estereotipo de la pareja monogámica, de la pareja con hijos, del compromiso, de la fidelidad. Incluso entre los jóvenes y adolescentes se han hecho investigaciones en las cuales aún ponderan y promueven que es importante, aunque plantean también que deben tener relaciones inestables, como ellos dicen, de descarga, de placer”.

Los jóvenes siempre han experimentado, experimentan y experimentarán en el sexo. Lo importante, entonces, es desplegar una adecuada orientación, una sexualidad responsable y una educación en torno al tema, para lo cual es el uso del condón constituye reclamo indispensable.