March 5, 2008
What Would the Dead Palestinians Say?

ELSON CONCEPCION PEREZ

elson.cp@granma.cip.cu

First arrived Spain’s Javier Solana, with his bloodstained hands from when he gave the order —as the head of NATO— to bomb Yugoslavia in 1999.

CONDOLEEZZA AND SOLANA. THE HAWKS MAKE DEMANDS OF THE PALESTINIANS AND SUPPORT THE ISRAELIS.

Two days later appeared Condoleezza Rice, Bush’s spokesperson in the wars in Iraq and Afghanistan, and in the Israeli genocide against the Palestinians.

To receive such “honorable” imperial representatives, Tel Aviv temporarily withdrew the tanks and other armored vehicles with which it massacred the population in Gaza.

The more than 120 dead, including 27 children, had been buried. What was left is the mourning, which Palestinians have grown accustomed to since the creation of Israel.

What could Bush’s emissary be seeking in her current visit to the Middle East?

Why did she arrive on the day after the attacks and not when the planes and tanks were bombing people’s homes in Gaza?

With all the cynicism in the world, Rice gave the answer after meeting Tuesday in Ramallah with Palestinian President Mahmud Abbas: “Hamas is responsible for the increase in violence. The Israelis have the right to defend themselves.”

GENOCIDE: THE ONLY WAY TO DESCRIBE ISRAEL’S ACTIONS IN GAZA.

Perhaps Mr. Solana —who supports a Kosovo outside of Serbia and possibly an Israel without Palestine— would respond in the same way.

Both, as if in a well-rehearsed script, went on television after meetings with Abbas, who they demanded reopen the “peace” talks with the neighboring aggressor.

One is like the other, Solana and Condoleezza. They travel to the same place where they themselves have considerable responsibility with Israel’s massacre of the Palestinians.

They give interviews and even put on a show with concerned faces over the bloodshed —always of defenseless Palestinians— and they ask for more sacrifice on the part of others.

Meanwhile, the Israeli authorities verbally attack and threaten with going as far as reoccupying Gaza.

An what’s more, as soon as the Bush emissary left the area, in the late afternoon on Tuesday, a large number of tanks and other means of war were reported on the move into Gaza. The first victim was the month old baby Amira Abu Akar.

In his dialogue with Bush’s envoy, President Abbas recalled the accord (imposed) in the meeting with the US president in Annapolis and insisted in the need to establish a truce in the Gaza Strip and the West Bank in order to make 2008 the year of the peace.

The Palestinian negotiator Ahmad Qurei was even clearer. “The reasons the negotiations were suspended are still present. When they disappear the negotiations will resume,” he said, referring to the military attacks and the continued installation of settlements on the West Bank, above all in the area of Jerusalem.

Faced with that argument, Condoleezza couldn’t remain silent and recalled, once again, the reason she had been sent there:

“"I understand the difficulties of the current moment," she said, adding that the world should understand that Hamas is doing what was expected of it. It launches its rockets against Israel to try and block the peace process in which it has nothing to gain.”

With a cynicism she didn’t try to hide Rice asked Israel to “make a serious effort to protect the lives of the innocent.”

That last recommendation seems a little late. The dead of this week are already buried. Along with the tens of thousands of Palestinians who rest in peace in the Holy Land where they were born and where they haven’t been able to live in peace.

¿Qué dirían los muertos palestinos?

ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ

elson.cp@granma.cip.cu

http://www.granma.cubaweb.cu/2008/03/05/interna/artic03.html

Primero llegó Javier Solana, con sus manos aún manchadas de sangre de cuando dio la orden —como jefe de la OTAN— de bombardear a Yugoslavia en 1999.

Condoleezza, Solana. Los halcones exigen a palestinos y apoyan a israelíes.

Dos días después apareció otro siniestro personaje, Condoleezza Rice, comprometida con Bush en las guerras en Iraq y Afganistán, y en el propio genocidio israelí contra los palestinos.

Para acoger a tan "honorables" representantes imperiales, Tel Aviv había retirado los tanques y demás medios blindados con los que masacró la población de Gaza.

Los más de 120 muertos, 27 de ellos niños, habían recibido sepultura. Quedaba el luto, el mismo con el que se ha acostumbrado a vivir ese pueblo desde la creación misma del Estado sionista.

¿Qué busca la enviada de Bush en su actual visita a la región del Oriente Medio?

¿Por qué llegó un día después del genocidio y no cuando la aviación y los tanques bombardeaban viviendas en esa ciudad?

La respuesta la dio, con todo cinismo, la propia señorita Rice luego de reunirse este martes en Ramallah con el presidente palestino Mahmud Abbas: "Hamas es responsable del aumento de la violencia. Los israelíes tienen derecho a defenderse".

Genocidio: único calificativo posible a la actuación israelí en Gaza.

Quizás respondería igual el señor Solana, el hombre que apuesta a un Kosovo fuera de Serbia y quizás a un Israel sin Palestina.

Ambos, cual si fuera un guión expresamente ensayado, acudieron a las cámaras de televisión luego de las entrevistas con Abbas, a quien le exigieron reanudar las conversaciones de ¿paz? con el vecino agresor.

Uno para la otra. Solana tal Condoleezza. Viajan al mismo lugar donde ellos tienen una alta responsabilidad con la masacre que Israel comete contra los palestinos.

Dan entrevistas y hasta ponen caritas de preocupados por la sangre derramada —siempre de indefensos palestinos— y piden más sacrificio de parte de ellos.

Mientras, las autoridades israelíes atacan verbalmente y amenazan hasta con llegar a ocupar nuevamente Gaza.

Es más, apenas la enviada de Bush salió del territorio, ya en la tarde noche del martes, se reportaba otra avalancha de tanques y otros medios de guerra de Israel. La primera víctima del ataque era la bebé Amira Abu Akar, de solo un mes de nacida.

El presidente Abbas, en su diálogo con la enviada de Bush, le recordó lo pactado (impuesto) en la reunión convocada por el mandatario norteamericano en Annapolis e insistió en la necesidad de instaurar una tregua global en la franja de Gaza y Cisjordania para poder cumplir el objetivo de hacer del 2008 el año de la paz.

El responsable del grupo de negociadores palestinos, Ahmad Qurei, fue todavía más claro. "Las razones por las cuales las negociaciones se suspendieron siguen estando presentes. Cuando de-saparezcan, las negociaciones se reanudarán", explicó, refiriéndose a los ataques militares y a la continua instalación de colonias en Cisjordania, sobre todo en la región de Jerusalén.

Ante ese argumento, Condoleezza no podía quedar callada y recordó, una vez más, para qué había sido enviada hasta allí:

"Es evidente que la situación es inquietante", dijo, y añadió, "pero el mundo debe entender que Hamas hace lo que se esperaba: utiliza los disparos de cohetes contra Israel para intentar frenar un proceso de paz en el que no tiene nada que ganar".

Su cinismo no se ocultó, y pidió a Israel que "haga serios esfuerzos para proteger las vidas de los inocentes".

Esta última recomendación parece tardía. Ya los muertos de esta semana están sepultados. Junto a otras decenas de miles de palestinos descansan en la llamada Tierra Santa que los vio nacer y donde no han podido vivir en paz.