March 1, 2008

Katanga yesterday, Kosovo today, and it’s always money!

By: Jorge Luis Herrera del Campo
email: internac@jrebelde.cip.cu

March 1, 2008 00:24:52 GMT

A CubaNews translation by Ana Portela.
Edited by Walter Lippmann. Original:

http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2008-03-01/katanga-ayer-kosovo-hoy-y-el-dinero-siempre/

In a caricature, a girl draws Solana, NATO boss, as a devil and also the Albanian Kosovo prime minister, Hashim Thaçi and Bush to blame for the illegal separation of Kosovo.
Photo: AP

The Balkan world is complicated. Its thousand years of history must be known to understand the causes of current circumstances and about the manipulation of the forces that have played an influence on this part of the world, a peninsula that is a religious, ethnic, geographic and cultural frontier. End and road of two worlds. Immense natural resources. Good and hard-working people. Thousand year presence of its inhabitants that goes back 40,000 years of history. Conquistadors have stepped on a space for those who want hegemonic control in Europe. 

Winston Churchill said that the Balkans had more history than he could digest. Others have imposed the terrible cliché “European powder keg” but they never mention who places the powder, the wick and the match and those who, in the end, supplies the blood and tears.

We live in a very complex world which steps, gradually, away from that bipolar world which appeared after the Second World War and which was intended to avoid repeating the nightmare of 50 million dead. But the current unipolar world daily and with premeditation whittles away at the principles which are the basis and guarantees of international institutions and of peaceful coexistence among peoples. Principles established as expression of an international will to prevent those horrors.

The Bush era, which began with Reagan, is considered by some experts to have really begun with Roosevelt and his state of security. It is a typical example of how societies are robbed of their civil rights and Keynesian principles internally in developed countries. The neo-liberal era of the Democrat Clinton is not exempt from sin. And the anesthetic is, then, the fight against terrorism.

The sovereignty and self-determination of states over their national territory, their right to resources found in their soil, the non-interference in internal affairs and self-determination are pebbles in the neoliberal capitalist shoe which bother those who want to take over all of humanity.

Kosovo's self-proclamation of independence, boosted by the US with the support of the main powers of the European Union is, among other things, an evident action of depriving rights of international institutions.

Establishing the precedence of imposing on the international community a new state by splitting up the territory of a recognized state, a member of the UN and other multilateral institutions, justifying the ethnic criteria and attacking a government (that of Slobodan Milosevic) which, also, is no longer in government, dangerously attacks the bases of the national states which arose as a result of the Second World War. It places many countries at the mercy specious interpretations, outside the acknowledged international framework.

Thus, the independence of Kosovo is an act of force based on a reinterpretation of an agreement of the Security Council. It was done, nonetheless disregarding Security Council, generating actions against what has been established and not modified by the Council itself.

For a greater mockery, the actors declare that they are doing it on the basis of what had been agreed upon previously by the UN. So precedence is established that a group of states, or only one, with sufficient military machinery to back it up, can re-interpret a resolution of an international institution and act against what had been established previously.

This exercise of power is not new. We should recall how “civilized” Europe launched its mercenaries and economic power against the Congo of Patrice Lumumba, that promising African leader who trusted the UN. He was assassinated and, thanks to manipulation of western powers, the puppet state of Katanga was created, as a means to take over the mining wealth of the region.

The forces that have imposed the independence of Kosovo are the same global interests that destroyed Yugoslavia. They are those who fear that the EU assume the international political role allowed by its world economic strength. They are those who do not want a climate of friendship with Russia. Those who, with this move, court the Islamic world in order to attack later, against less resistance, those Muslims who do not accept their rules.

So you see, the transnationals do not have a homeland and they are disturbed by their existence, above all if they are defended. They want their hands free.

 

   
   

Katanga ayer, Kosovo hoy, ¡y el dinero siempre!

Por: Jorge Luis Herrera del Campo
Correo:
internac@jrebelde.cip.cu

01 de marzo de 2008 00:24:52 GMT

http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2008-03-01/katanga-ayer-kosovo-hoy-y-el-dinero-siempre/

Una niña caricaturiza como diablos a Solana, jefe de la OTAN; al primer ministro albanokosovar Hashim Thaçi, y a Bush, culpables de la separación ilegal de Kosovo. Foto: AP

Una niña caricaturiza como diablos a Solana, jefe de la OTAN; al primer ministro albanokosovar Hashim Thaçi, y a Bush, culpables de la separación ilegal de Kosovo. Foto: AP

El mundo balcánico es complicado. Necesariamente se debe conocer su historia milenaria para poder acertar sobre las causas de sus actuales circunstancias, y sobre la impronta de las fuerzas que han influenciado en esta parte del mundo, en esta península que es frontera religiosa, étnica, geográfica y cultural. Fin y camino de dos mundos. Cuantiosas riquezas naturales. Pueblos buenos y laboriosos. Presencia milenaria de sus pobladores, que se remonta a 40 000 años de historia. Espacio al que, quienes pretendieron constituirse poderes hegemónicos en Europa, han llegado como conquistadores.

Winston Churchill dijo que los Balcanes producen más historia que la que puede digerir. Otros han impuesto el terrible cliché de «polvorín de Europa», pero nunca hablan de quienes en verdad ponen la pólvora, la mecha y el fósforo, y de los que, al final, ponen la sangre y las lágrimas.

Vivimos en un mundo muy complejo, que se aleja, golpe a golpe, del aquel mundo bipolar surgido después de la II Guerra Mundial, que pretendió evitar que se repitiera la pesadilla de 50 millones de muertos. Pero el actual mundo unipolar mina, día a día, con premeditación, los principios que son base y garantía de las instituciones internacionales y de la convivencia pacífica entre los pueblos. Principios establecidos como expresión de una voluntad internacional de evitar aquellos horrores.

La era Bush, que se inició con Reagan dicen algunos entendidos que realmente comenzó con Roosevelt y su estado de seguridad, es un ejemplo tipo de cómo se desmontan las sociedades de derechos civiles y políticas keynesianas a lo interno de los países desarrollados. La era neoliberal demócrata de Clinton no está exenta de pecado. Y el anestésico es, pues, la lucha contra el terrorismo.

La soberanía y autodeterminación de los Estados sobre el territorio nacional, el derecho a los recursos ubicados dentro de ese territorio, la no injerencia en los asuntos internos y la autodeterminación, son piedras en el zapato capitalista neoliberal, que molestan mucho en el camino al que quieren llevar a toda la humanidad.

La autodeclarada independencia de Kosovo, impulsada por EE.UU. con el apoyo de las principales potencias de la Unión Europea es, entre otras cosas, una acción evidente de ese desmontaje del derecho que sufren las instituciones internacionales.

Establecer el precedente de imponer a la comunidad internacional un nuevo Estado a partir del cercenamiento del territorio de un Estado reconocido, miembro de la ONU y de otros organismos multilaterales, enarbolando como justificación un criterio étnico y la calificación de un gobierno (el de Slobodan Milosevic) que, además, ya no está en el poder, ataca peligrosamente las bases que sustentan la configuración de Estados nacionales surgidos como resultado de la Segunda Guerra Mundial, y pone a muchos países a merced de interpretaciones casuísticas, fuera del marco internacional reconocido.

Así, la independencia de Kosovo es un acto de fuerza, en la medida en que se basa en una reinterpretación de un acuerdo del Consejo de Seguridad, la cual se realiza al margen del propio Consejo de Seguridad, y que genera acciones contra lo que estableció y no ha modificado el propio Consejo.

Para mayor burla, los actuantes declaran que se hace con base en lo acordado previamente por la ONU. Por lo cual se establece el precedente de que un grupo de Estados, o uno solo, con la maquinaria militar suficiente, puede reinterpretar una resolución de un organismo internacional y actuar en contra de lo establecido previamente.

Este ejercicio de los poderosos no es nuevo. Recordemos cuando la Europa «civilizada» se lanzó con sus mercenarios y su poder económico contra el Congo de Patricio Lumumba, aquel prometedor líder africano, que confió en la ONU. Lo asesinaron, y crearon, gracias a las manipulaciones de las potencias occidentales, el estado fantoche de Katanga, como una forma de apropiarse de las riquezas mineras de la zona.

Las fuerzas que han impuesto la independencia de Kosovo son los mismos intereses globales que destruyeron Yugoslavia. Son aquellos que temen que la UE asuma internacionalmente el papel político que le permitiría su primera capacidad económica mundial. Son los que no desean un clima de amistad entre esta y Rusia. Los que, con ese paso, cortejan al mundo islámico, para después atacar con menor resistencia a aquellos musulmanes que no acepten sus dictados.

Como se ve, las transnacionales no tienen patria, y les molesta la existencia de las patrias, sobre todo si son defendidas. Quieren manos libres.