Conferencia de Obispos Católicos de Cuba
Nota de Prensa
Los Obispos de Cuba, nos
hemos reunido en Asamblea Ordinaria, al final de la cual
recibimos al Cardenal Tarcisio Bertone SDB, Secretario
de Estado de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, que fue
enviado a nuestro país por el Santo Padre para presidir
las celebraciones conmemorativas de la visita del Papa
Juan Pablo II a Cuba, hace diez años.
Durante nuestra reunión
fue hecho público el mensaje del Presidente Fidel Castro
Ruz donde manifestó su decisión de no aspirar ni aceptar
el cargo de Presidente del Consejo de Estado ni
Comandante en Jefe. Pocos días después se instalaba la
nueva Asamblea Nacional del Poder Popular surgida de las
elecciones del pasado 20 de enero. Ambos acontecimientos
revisten un carácter de excepcionalidad, pues confluyen
en la configuración de un nuevo Consejo de Estado que
incluye un nuevo Presidente.
En ocasión de conocerse
el 31 de julio del año 2006 la dejación temporal de su
cargo por el Presidente Fidel Castro y la nominación por
él de un equipo responsabilizado más directamente de la
marcha del país durante el tiempo de su enfermedad, los
Obispos de Cuba pedíamos a los fieles católicos su
oración ante los momentos difíciles que vivía nuestra
Patria. En nuestra oración incluíamos una petición a
Dios nuestro Señor para que nada perturbara el bien
superior de la paz en nuestra nación. Hoy queremos dar
gracias a Dios porque esa paz posibilitó, en su momento,
que las más altas autoridades del país invitaran a
trabajadores, estudiantes y pueblo en general a debatir
los problemas más urgentes de toda índole que afectan a
nuestro pueblo. El llamado instaba a que esto se hiciera
con claridad y valentía.
En nuestro Mensaje de
Navidad decíamos que este debate prometedor había creado
muchas expectativas en el pueblo de un mejoramiento en
sus condiciones de vida.
En estos momentos nuestra
oración se eleva al Señor y a la Virgen de la Caridad,
nuestra Madre, Patrona de Cuba, porque esta Asamblea
renovada que acaba de inaugurarse, el Consejo de Estado
y su nuevo Presidente tengan la luz de lo Alto para
llevar adelante con decisión esas medidas
trascendentales que sabemos deben ser progresivas, pero
que puedan comenzar a satisfacer desde ahora las ansias
e inquietudes expresadas por los cubanos.
Como lo hicimos en
Navidad, queremos también ahora renovar nuestros votos
de confianza, y con esperanza cristiana, formular estos
deseos al nuevo Presidente Raúl Castro Ruz, al Consejo
de Estado y a la Asamblea del Poder Popular, teniendo
siempre ante nuestros ojos el bien común del pueblo
cubano al cual servimos, y pidiéndole al Señor el don de
la paz para nuestra nación.
Los Obispos Católicos
de Cuba
La Habana, 25 de
febrero del 2008 |