Moneda Dura: Soul without pockets
(Moneda Dura: Alma Sin Bolsillos)

By:
Joaquín Borges-Triana
Email:
cult@jrebelde.cip.cu
June 28, 2007 00:07:22 GMT

A CubaNews translation by Ana Portela.
Edited by Walter Lippmann. Original:

http://www.juventudrebelde.cu/los-que-sonamos-por-la-oreja/
2007-06-28/moneda-dura-alma-sin-bolsillos/

Portada del CD Alma sin bolsillos, del grupo Moneda DuraSeveral weeks ago I was invited to the Faculty of Arts and Humanities in Havana University to form part of the jury to evaluate the work of the Music Department, made by fourth year students in Art History. I was very pleased by the texts presented for discussion among the professors, invited specialists, students and musicians directly involved in the emergent socio-musical scene of our country, referred to as alternative Cuban music.

One of the materials which caught my attention because of its good development from a conceptual point of view, aside from the fact that I disagree one hundred percent with the authors, was one dedicated to pop. It linked the sound expression with kitsch, a concept very much in debate during the latter part of the 80s and which, recently, after the appearance of the book Las causas de las cosas, by Desiderio Navarro (who includes two chapters on the subject) has reappeared. I do not deny that in pop as in any other style or genre, kitsch can move about freely, but from this to associate it with a specific sound manifestation, is a long shot. 

That was running through my mind while listening to the new CD by Moneda Dura, a unique proposal both in meaning as significance (or as termed before as form and content) and which has nothing to do with our kitsch of every day life but with that area of contemporary Cuban art which persists in moving ideas and acting as a dialogue factor with its interdependence. 

After four years since its release, the CD Callejero by Nassiry Lugo and his group, Moneda Dura moves into the ring again, this time with a CD Alma sin bolsillos. His previous work was marked by a playful spirit which was catching for audiences and linked to the sub-system of “fun and games”. Moneda Dura's new offering recovers the charge of transgression and irreverence that the group instilled in its first CD, Cuando duerme La Habana, or later pieces such as Romerillo and captured those of us who think that music serves to transmit a series of opinions on our surroundings and are a sharp message for reflection. 

But the values of the CD produced by Alejo Stivel and in which Nassiry shares roles as associate producer and, with this, begins a new stage as an artist, are not only given by the racy words. Together with the merit of the discourse is the fact that, it is catching musically. Whoever who has followed the history of Moneda Dura from its beginning back in 1997 and who now listens to his pieces or sees the band will understand that it is an alignment with greater musical solidity in the 10-year-old group.

As such, the CD with arrangements by Jorge Maletá and Alejandro Sánchez, has a sonority and harmony never before used by the group, with a well thought out programming and loops, with timbres of a certain experimental air and instrumental passages that recall the atmosphere of the best pop rock of all times. 

Among the subjects I recommend are Tercer mundo, La primera piedra, Los ojos de Aitana, Mala leche and, above all, Montonero ,a true gem of production where Nassiry soars as a designer. 

Some pieces are already appearing in our media and the public knows pieces such as Al sudeste, Háblame de amor and Yo soy el rey, but I suggest avoiding what is promoted because it does not offer a true image of what Alma sin bolsillos is. 

Therefore I invite you to go into the 12 tracks of the album which, from an optimistic point of view and without asperity, is a marvelous picture of this Cuba of ours in 2007.

 
   
   

http://www.juventudrebelde.cu/los-que-sonamos-por-la-oreja/
2007-06-28/moneda-dura-alma-sin-bolsillos/

Moneda Dura: Alma sin bolsillos

Por: Joaquín Borges-Triana

Correo: cult@jrebelde.cip.cu

28 de junio de 2007 00:07:22 GMT

Portada del CD Alma sin bolsillos, del grupo Moneda DuraHace un par de semanas tuve la oportunidad de ser convidado a la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, para intervenir como miembro del tribunal encargado de evaluar los trabajos de curso en la asignatura de Música, realizados por alumnos de cuarto año en la carrera de Historia del Arte. Me alegró especialmente el hecho de que los textos presentados para el debate entre profesores, especialistas invitados, estudiantes y músicos, se relacionasen directamente con esa escena sociomusical emergente en nuestro país, conocida como música cubana alternativa.

Uno de los materiales que más me llamó la atención por lo bien desarrollado que estaba desde el punto de vista conceptual, al margen de que discrepo ciento por ciento de la percepción de las autoras, fue uno dedicado al pop, que vinculaba a dicha expresión sonora con el kitsch, un concepto acerca del cual mucho se polemizó entre nosotros a fines de los 80 y que en fecha reciente, tras la aparición del libro Las causas de las cosas, de Desiderio Navarro (quien incluye en su obra dos capítulos acerca del tema), ha vuelto sobre el tapete. No niego que en el pop, como en cualquier otro estilo o género, lo kitsch pueda campear por su libre albedrío, pero de ahí a asociarlo per se a una manifestación sonora específica, va un trecho demasiado largo.

En todo lo anterior pensaba al escuchar en casa el nuevo CD de Moneda Dura, una propuesta de singular empaque tanto en el significado como en el significante (o como se decía antes, contenido y forma) y que nada tiene que ver con el kitsch nuestro de cada día, sino con esa zona del arte contemporáneo cubano que persiste en mover ideas y actuar como factor dialógico con su correlato.

Después de cuatro años de la salida de su anterior producción discográfica, el disco denominado Callejero, Nassiry Lugo y su grupo Moneda Dura se lanzan de nuevo al ruedo, esta vez con un álbum titulado Alma sin bolsillos. Si su anterior trabajo estuvo marcado por un espíritu lúdicro y con ello hacía que el material se conectase fácilmente con las audiencias vinculadas al subsistema de «fiesta y pachanga», el que ahora nos propone Moneda Dura recupera la carga de transgresión e irreverencia que el grupo le impregnase a su primer CD, Cuando duerme La Habana o a piezas posteriores como Romerillo, y que cautivasen a quienes creemos que la música también sirve para transmitir un conjunto de opiniones sobre el entorno y un mensaje bien agudo en la reflexión.

Pero los valores del CD, producido por Alejo Stivel y en el que Nassiry comparte las funciones de productor asociado, y con ello se estrena en otra etapa de su quehacer artístico, no están dados únicamente por lo picante de las letras. A lo meritorio del discurso textual, únese el hecho del acierto en el plano de la música. Quienes hayan seguido la historia de Moneda Dura desde su formación allá por 1997 y ahora escuchen esta grabación o presencien una actuación de la banda, se darán cuenta de que esta es la alineación de mayor solidez musical que ha tenido el grupo en sus diez años de vida.

De tal suerte, en el fonograma, cuyo peso en los arreglos recae en Jorge Maletá y Alejandro Sánchez, encontramos sonoridades y armonías nunca antes utilizadas por la agrupación, sabio empleo de programaciones y loops, con timbres de cierto aire experimental y pasajes instrumentales que por momentos nos evocan determinadas atmósferas del mejor pop rock de todos los tiempos.

Entre los temas a los que recomiendo prestar especial atención, están Tercer mundo, La primera piedra, Los ojos de Aitana, Mala leche y, sobre todo, Montoneros, auténtica joya en la producción, donde Nassiry se estrena como diseñador.

Ya algunas piezas han empezado a rotar por nuestros medios de comunicación y el público conoce cortes como Al sudeste, Háblame de amor y Yo soy el rey, pero yo sugiero no guiarse solo por lo que se promueve, porque ello no daría una imagen exacta de lo que es Alma sin bolsillos.

Así pues, les invito a adentrarse en los 12 cortes de un álbum que, desde una mirada optimista y sin acritud, resulta un estupendo retrato de esa Cuba nuestra del 2007 que nos toca vivir.