El Universal

 

Entrevista // Vladimir Acosta, historiador

 

"SIN DEMOCRACIA NO HAY SOCIALISMO"

 

El historiador publicó un ensayo sobre un texto que escribiera Carl Marx sobre Bolívar. Al respecto dice: "De ese texto no se puede rescatar nada, muestra una visión sesgada" (Enio Perdomo)

http://www.eluniversal.com/2007/10/08/til_art_sin-democracia-no-h_514490.shtml  

 

"Es verdad, hay un fenómeno de corrupción. La riqueza y el capitalismo generan corrupción"

 

MARÍA GABRIELA MÉNDEZ

 

EL UNIVERSAL

 

"La construcción de una sociedad socialista es lo más difícil que puede haber", explica el profesor Vladimir Acosta, "y sobre todo si quieres construirla con una vía tan dificultosa como ésta. El problema de una revolución como ésta, de este mundo posmoderno, es que tienen que ir con la ley en la mano. Entonces son revoluciones muy lentas. No hay otra vía, lo que está planteado son revoluciones legales, legítimas, electorales, lentas, pacíficas y medio achantadas".

 

Acosta acaba de escribir, junto a la también historiadora Inés Quintero, un ensayo sobre el texto de Marx sobre Simón Bolívar, El Bolívar de Marx (Alfa, 2007).

 

"Soy muy amigo de Inés y la quiero mucho, aunque no tenemos la misma apreciación política, ahora porque antes sí la teníamos", cuenta, pues le pareció interesante la invitación a escribir este ensayo porque es un texto que hay que desmontar y demostrar sus utilizaciones. En su texto Marx descalifica a Bolívar y emite un juicio contrario a la actuación del Libertador.

 

"Marx escogió fuentes que no eran favorables a Simón Bolívar porque Marx se hizo una imagen muy sesgada de Bolívar, de que era un bonapartista. Marx fue de aquellos que no fueron capaces de separar -cosa que ha sido una costumbre muy mala de la izquierda- la crítica ideológica de la crítica personal".

 

-¿Qué se puede rescatar de ese texto?

 

--De ese texto no se puede rescatar nada. Ese texto no puede ser considerado un trabajo histórico porque carece del mínimo de objetividad requerida en estos casos. Es un panfleto contra Bolívar. La derecha ha usado ese texto para basarse en su supuesto bolivarianismo (porque aquí la derecha ha sido, hasta no hace mucho, bolivariana y defensora de Bolívar) para atacar a Marx, al marxismo y al comunismo, como bolivarianos ofendidos.

 

-¿Qué vigencia tiene?

 

-Está pasando ahora en Venezuela que la derecha se volvió antibolivariana. No es tanto enemiga de Bolívar sino de Chávez, entonces Bolívar es el instrumento para atacar a Chávez.

 

-¿Existe un socialismo bolivariano?

 

-Bolívar entra en esa construcción socialista porque luchó por la justicia, contra las desigualdades sociales, la exclusión, porque defendió la educación para las mayorías. No es que haya sido socialista, no podía ser socialista como no tiene sentido decir que Jesucristo fue socialista. Lo interesante de este socialismo que se quiere construir aquí es que se puede nutrir de diferentes fuentes. No sé en qué proporciones, eso está por verse.

 

-¿Qué es el socialismo del siglo XXI?

 

-El socialismo del siglo XXI está por definirse, hay algunas ideas claras al respecto pero es un proceso en construcción. Lo que está claro es que la primera característica que tendría que tener es su carácter democrático, participativo, protagónico. Hay una diferencia entre lo que fue el socialismo del siglo XX de unos procesos de cambios revolucionarios que empezaron siendo democráticos y en el camino la construcción socialista los llevó a dejar la democracia.

 

-¿Cómo se materializa eso?

 

-Supone unos valores éticos, políticos, culturales. Una propiedad colectiva de los medios de producción fundamentales; una gestión colectiva de los medios de producción, y una producción orientada a satisfacer las necesidades de las grandes mayorías. Supone una serie de aportes: la lucha contra la explotación, por la igualdad y la justicia. El socialismo que se quiere construir toma en cuenta el peso e influencia de Marx, pero no sólo eso. Hay que entender que el socialismo es una construcción social y colectiva. Ahí es donde caben distintos pensadores y de diferentes épocas, que no necesariamente tienen que ser caracterizados como socialistas. Supone otras cosas: que no podría ser similar a experiencias socialistas del siglo XX y no se puede perder la democracia en este momento. Hay que garantizar la democracia, sin eso no hay socialismo.

 

-El perfil del socialista, donde domina la moral y la ideología, contrasta con la corrupción...

 

-Aquí hay una contradicción real que es fundamentalmente la siguiente: este proceso de transformación ha estado dominado por la construcción de relaciones que son capitalistas no socialistas. (...) Aquí hay, como en todo proceso de cambios profundos, un problema de luchar por introducir valores fraternales, solidarios contra los valores individualistas, egoístas del capitalismo.

 

-Usted ha dicho que la corrupción es una amenaza para la construcción del socialismo del siglo XXI...

 

-Pero uno ve que hay un esfuerzo por hacer eso y uno ve las resistencias que se están dando. Es verdad, hay un fenómeno de corrupción, la riqueza, la abundancia y el capitalismo que generan elementos de corrupción. Hay que desarrollar una lucha más rigurosa contra la corrupción.

 

-En su programa de radio en RNV se propone formar lectores críticos y hacer análisis de los medios, ¿Cuál es su análisis?

 

-Pasa algo que no es exclusivo de Venezuela sino del mundo. Los medios de comunicación en una época pasaron por ser el Cuarto Poder, pero los medios dejaron de ser independientes. Los medios en las últimas cuatro o cinco décadas son el instrumento más importante de la hegemonía de los grupos dominantes: monopolizan periódicos, estaciones de radio, televisión. La mayor parte de esos medios simplemente reproducen un tipo de información sesgada y manipulada en función de los intereses. Ese es el drama de los medios de comunicación en todas partes.

 

-¿Cuál es la diferencia de esa hegemonía con la que puede tener un gobierno como éste que ya tiene una gran red de medios?

 

-Eso es fundamentalmente defensivo. Hay una desproporción enorme en el manejo de la información de los canales privados y del Estado. Lo que pasa es que cada vez que el Estado adquiere un medio se forma un escándalo mundial para decir que están monopolizando los medios.

 

-Hay muy pocas personas que siendo afines al chavismo son capaces de criticar las cosas que no les parecen correctas. ¿Por qué esa incapacidad para recibir críticas?

 

-Hay una desproporción muy grande entre el liderazgo de Chávez, que ha crecido enormemente, y buena parte de los dirigentes que lo acompañan. Hay mucho vacío político, falta de información, de criterio y eso genera un desnivel muy grande entre el discurso y las ideas de Chávez y quienes siguen a Chávez tienen temor de expresar lo que piensan porque quizás no tienen bases o criterios políticos.

 

-El escritor cubano Senel Paz decía en una entrevista que el peor error que puede cometer una revolución es no verse a sí misma y no reconocer sus errores...

 

-Yo estoy de acuerdo con eso. Es indispensable que crezcan los espacios para hacer crítica constructiva. Diferenciar de lo que es la calumnia. La crítica dentro de la gente que respalda este proceso, eso es indispensable y esos espacios se han restringido por esos mecanismos normales de la burocracia. Es necesario recuperar esos espacios, lo he planteado muchas veces. Cuando hablo de la dirección colectiva hablo de una capacidad de abrirse a las críticas de la gente y aprender de eso, tomarlas como parte de la construcción.

 

-¿Qué se puede inferir de que en un importante acto, detrás del Presidente haya una inmensa pancarta donde se lee "mande que nosotros obedecemos"? La obediencia se vende como un valor, ¿cómo se puede ser crítico y obediente a la vez?

 

-Un proceso como éste tiene que ser colectivo, participativo, protagónico. Hay de todo, hay gente que por comodidad o por una confianza con un Presidente que ha sido consecuente con lo que ha prometido, termina adoptando una actitud muy pasiva. Pero así como está esa pancarta hay gente en las comunidades discutiendo, criticando y aportando ideas. Lo malo es tomar ejemplos aislados y convertirlos en generales. Me asombra gente en las comunidades con la claridad política que no tienen muchos dirigentes.