09/02/2007 

Economy 
Economic protectionism or disloyal competition?
Economic war against China

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=55619

Lisandro Otero

Rebelión
 

China today is the fourth world economy, above Great Britain, France and Italy. Only the United States, Japan and Germany surpass China. The country has become the first consumer of carbon, steel, copper, zinc and the second in oil purchases and electricity generation. The dynamism of its structures is amazing and favors a continued burst of growth that is without equal in an economy in full expansion.

During 2005 it had a growth index of 10% and in 2006 it was 10,5%, Its GDP rose to 1.5 trillion euros.

The World Bank has had to acknowledge the extraordinary development of China as one of the most positive phenomena of current international economy. The main problem for competitors is that China is an invincible rival with its reduced salaries and low cost technology.

In the United States and the European Union there are protectionists who wish to increase import taxes to curb invasion of the markets with Chinese products. There are great interests of manufacturers lobbying to obstruct Chinese exports that damage national production.

A few weeks ago, Mattel of California, forbid imports of Chinese toys claiming that they contain too much lead, potentially dangerous for children’s health. These products are from factories in Guangdong, one hour to the north of Hong Kong that is the largest producers of toys in the world with almost five billion units yearly. As a result, 18 million toys were withdrawn from US markets. An economic catastrophe. The director of the industry, Lee Der, committed suicide.

The Chinese consul in New York, Kuang Weilin, gave a press conference in which he stated that the Chinese government would not tolerate any form of infraction. Things didn’t stop here. Also accused were coloring pencils and 27 thousand boxes of crayons were removed. Added to this were the watercolors and pastels.

France went into the fray and denounced the toothpaste Trepan claiming it contained 6% of diethyl glycol that is very harmful, and used generally as an antifreeze. Also criticized were the Gilchrist and Freshdent paste. Dental cases were found to have numerous bacteria and were also whisked out of the market.

The French Health Insurance Agency added to the banned lists dog and cat food, medicinal herbs, dried fruits with carcinogenic substances, antibiotic remains in honey, mercury in fish, forbidden food coloring in prepared sauce bottles. Kitchen utensils were found to have excesses of nickel, manganese and lead contaminants. The agency sent the Chinese government a list of 263 dangerous products. The World Organization of Customs declared that from 16 to 20 % of Chinese food products were dangerous to health. The Chinese government adopted a cooperative attitude and promised to fight with the United States to combat these infractions that are so harmful for exports.

The World Trade Organization had designed a regimen of quotas for the manufacture of fabric that expired at the beginning of 2005. Since then the European Union and United States have been determined to wage a frontal conflict against Chinese invasion of clothing and are attempting to promote protectionist laws.

The United States tried to achieve an agreement last June that would set bilateral quotas. With this strategy it aimed to win time giving local producers a chance to adapt to the fierce Chinese competition. The Europeans were not included in the pact and the result was that textile import products were frozen in customs T-shirts, trousers, blouses and braziers invaded warehouses to the tune of dozens of millions.

Aware of the unscrupulousness and total absence of ethics of capitalist industrialists, raises a question: To what point are these claims true or are they the result of disloyal competition? Are US producers of toothpaste and toys interested in banning these Chinese products?

gotli2002@yahoo.com

 

 

 
   
   

 

 

¿Proteccionismo económico o competencia desleal?

Guerra económica contra China

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=55619

Lisandro Otero
China es actualmente la cuarta economía del mundo, superando a Gran Bretaña, Francia e Italia. Ahora, solamente sobrepasan a China, Estados Unidos, Japón y Alemania. China se ha convertido en el primer consumidor de carbón, acero, cobre, zinc, el segundo comprador de petróleo y generador de electricidad. El dinamismo de sus estructuras es asombroso y favorece el estallido continuado de crecimiento sin igual de una economía en plena expansión.

En el año 2005 el índice de crecimiento fue de un 10% y en el 2006 fue de 10.5%, el PIB asciende a 1.5 trillones de euros.

El Banco Mundial ha tenido que reconocer el extraordinario desarrollo chino como uno de los fenómenos más positivos de la actual economía internacional. El problema principal para los competidores es que China constituye un rival invencible con sus reducidos salarios y su tecnología de bajo costo.

En Estados Unidos y la Unión Europea hay proteccionistas que desearían subir los derechos de importación para frenar la invasión de los mercados por los productos chinos. Hay intereses de grandes fabricantes cabildeando para obstaculizar las exportaciones chinas que perjudican la producción nacional.

Hace unas semanas la compañía Mattel, de California, prohibió la importación de juguetes chinos alegando que contenían demasiado plomo, potencialmente peligroso para la salud de los niños. Esos productos provenían de las fábricas de Guangdong, a una hora al norte de Hong Kong, que es el mayor productor de juguetes del mundo con casi cinco billones de unidades anuales. Como resultado se retiraron del mercado 18 millones de juguetes en Estados Unidos. Una catástrofe económica. El director de esa industria, Lee Der, se suicidó.

El cónsul chino en Nueva York, Kuang Weilin, ofreció una conferencia de presa donde expuso que el gobierno chino no tendría tolerancia ninguna para este tipo de infracciones. La cosa no se detuvo ahí, también fueron denunciados los lápices de colores y se recogieron 27 mil cajas de esos creyones. A esto se añadieron después las acuarelas y las pinturas de pastel.

Francia salió al combate y denunció que la pasta dental Trepan contenía 6 % de glicol dietileno, que es una sustancia muy dañina, utilizada usualmente como anticongelante. Igual acusación fue opuesta a las pastas Gilchrist y Freshdent. Un estuche para la higiene dental fue hallado con numerosas bacterias y también fue desaparecido del mercado.

La Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria añadió a la lista los alimentos para perros y gatos, las hierbas medicinales, los frutos secos con sustancias cancerígenas, restos de antibióticos en la miel, mercurio en los pescados, colorantes prohibidos en las botellas de salsa preparadas. Los utensilios de cocina demostraron tener exceso de níquel, manganeso y plomo contaminantes de los alimentos. La Agencia notificó al gobierno chino un listado de 263 productos peligrosos. La Organización Mundial de Aduanas declaró que del 16 al 20 % de los productos alimenticios chinos eran inseguros para la salud. El gobierno chino adoptó una actitud cooperativa y prometió luchar junto al gobierno de Estados Unidos para combatir estas infracciones que tanto pueden dañar las exportaciones.

La Organización Mundial de Comercio había trazado un régimen de cuotas para la confección de tejidos, que expiró a inicios del 2005. Desde entonces la Unión Europea y Estados Unidos se han empeñado en un conflicto frontal contra la invasión china de prendas de vestir y tratan de lograr la promulgación de legislaciones proteccionistas.

Estados Unidos intentó un acuerdo, el pasado junio de crear cuotas bilaterales. Trataba con ello de ganar tiempo y dar un lapso a sus productores locales para adaptarse a la feroz competencia china. Los europeos no fueron incluidos en el pacto y el resultado es que la importación de productos textiles se congeló en las aduanas. Camisetas, pantalones, blusas y sostenes invadieron los almacenes por decenas de millones.

Conociendo la falta de escrúpulos y la ausencia de ética de los industriales capitalistas cabría preguntarse ¿hasta que punto son ciertas estas imputaciones o constituyen el resultado de una competencia desleal? ¿Estarán interesados los productores de dentífricos y juguetes, en Estados Unidos, en lograr la veda de esos productos chinos?


 
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