Alcoholismo, el engaño embotellado

El alcohol es la droga psicoactiva más utilizada en el mundo, genera agresividad y tristeza, afecta la sexualidad y reduce la energía y la fuerza muscular

Por: VIVIAN MYRIE GARCÍA
nacionales@bohemia.co.cu

http://www.bohemia.cubasi.cu/2006/ene/01/SUMARIOS/nacionales/alcoholismo.html

Allen llega a casa sin apenas poner los pies en el piso... lo arrastran dos amigos de juergas. No es primera vez que bebe hasta caerse, aunque cuando no está borracho es tremenda gente, comentan sus vecinos.

La cultura alcohólica no se adquiere por beber más

Además...

 . Tipos de bebedores
 . Límites
 . Consejerías

Su madre se molesta, sufre y no entiende por qué este hijo criado con tanto amor y sacrificio toma tanto y cae en problemas que mientras está sobrio no acontecen. Cuando el alcohol hace efecto en su organismo, ya no se divierte y se hunde en un sueño profundo en cualquier lugar. No es el único joven que padece de este mal, y no comprende la necesidad de ponerle fin a un vicio tan dañino.

Es muy delgada la línea que separa a unos bebedores de otros. Alguien puede convertirse en alcohólico con más rapidez de lo que se suele pensar.

Según expertos, el mundo vive hoy "en una cultura del alcohol, en donde está perfectamente tolerado que la gente, incluso la más joven, se emborrache de vez en cuando". Se piensa que es sinónimo de adultez cuando se trata de jóvenes tomadores. Difícilmente se concibe una fiesta sin la presencia de bebidas alcohólicas.

El alcoholismo es un trastorno conductual crónico que se puede presentar en cualquier persona y es consecuencia de una fuerte adicción a bebidas con ese contenido, como resultado de la ingestión frecuente y excesiva.

El tema es muy controvertido, pues especialistas aseveran que alcohólico es quien necesita del alcohol para vivir, y aunque lo deje lo seguirá siendo para toda su vida, aunque pasivo. En fin, que para ellos es un mal irreversible.

Los bebedores pierden el control en dependencia de su capacidad de asimilación, que no siempre es la misma, y de la capacidad psíquica de parar cuando está a punto de perder el manejo de su organismo.

Crea adicción

El alcoholismo no tiene cara, sexo, raza, edad… no distingue. Y cualquier persona es susceptible de caer en este vicio, afirma a BOHEMIA la socióloga del Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología, Marta Chang. Para ella lo dañino no es el consumo del alcohol, sino la manera de consumirlo en exceso que ha proliferado en estos tiempos, lo que trae aparejado un problema educativo.

Alcohol y timón no ligan: esa "bebida" reduce las capacidades, la energía y la fuerza muscular

Porque si bien una sangría, un daiquiri o una cerveza bien fría resultan agradables en medio del sofocante calor cubano, es innecesario beber una botella de ron a secas "por amor al arte" . La guerra no es contra el líquido, sino contra la irresponsabilidad del beber que genera dependencia.

Estudios realizados indican que el alcoholismo es uno de los fenómenos sociales más generalizados de las últimas décadas. Los trastornos provocados por el alcohol no solo alcanzan al individuo, sino que tienen también serias consecuencias sociales, en dependencia del comportamiento público de las personas cuando lo consumen.

Muchos jóvenes no se identifican como alcohólicos porque piensan que lo es solo el común borracho que puede quedarse dormido en cualquier parte; sin embargo, también lo es quien no sabe hasta qué punto debe ingerir la bebida, quien no es capaz de autocontrolarse.

Factor de riesgo

Algunos jóvenes creen que emborracharse a menudo es signo de adultez

Tomar hasta caer en un estado casi de inconciencia daña al individuo, porque el alcohol es una droga que modifica el funcionamiento del sistema nervioso, además de que solo aporta calorías vacías. Bajo sus efectos los bebedores se desinhiben y aparecen emociones, sentimientos y conductas generalmente inadecuadas, asociadas a expresiones de tristeza, euforia y agresividad. Afecta la sexualidad, disminuye la capacidad de reacción psíquica y reduce la energía y la fuerza muscular.

Hasta la actualidad no se ha comprobado científicamente que el alcohol cure ninguna enfermedad, sino que es factor de riesgo de distintos problemas de salud.

Muchas personas se refugian en él para paliar la soledad, el conflicto en las relaciones de pareja, la baja autoestima, pero realmente encuentran un engañoso y cruel consuelo.

A nivel social se facilita su consumo porque a cualquier hora se puede comprar a un precio asequible, independientemente de las diferencias en calidad. O sea, hay total disponibilidad.

El beber irresponsable afecta la sexualidad, genera tristeza… destruye la felicidad

Ciertas estadísticas indican que la prevalencia de bebedores está en los hombres; pero las mujeres también lo hacen, solo que en ellas el consumo es más secreto, solitario y controlado por el pudor y la presión de la sociedad, menos indulgente que con los hombres; además, física y psíquicamente se degradan más rápido.

Para quienes no pueden dejar de consumir alcohol u otras drogas, existe en Cuba, entre otras alternativas, Línea ayuda, una herramienta de orientación y educación para las personas que necesiten canalizar su conflicto y recibir apoyo contra las adicciones.

A través de la consejería telefónica brindada por un grupo de especialistas de la salud, entre los que se encuentran médicos, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales, se promueven estilos de vida saludables y distantes del consumo de sustancias adictivas.

(6 de enero de 2006)