JUVENTUD REBELDE
United States

«Here, kiddo»

A 10-month-old baby has just been handed down a gunshot.
His father applied –and got– a gun permit on his behalf. 

By: Luis Luque Álvarez / e-mail: digital@jrebelde.cip.cu
May 17, 2007 - 00:10:15 GMT
http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2007-05-17/toma-nene/
A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann

Escopeta de caza  Beretta 686Hardly a month after a teenager went on a killing spree at a Virginia, United States technical institute, the Chicago Sun-Times brings this hair-raising curiosity: Bubba Ludwig, who’s only 10 months old –- an age when you have not yet learned how to grab your feeding bottle -– has just inherited «a real gem» from his grandfather: a shotgun.

A Beretta 686, just like the one shown here. What made news is not that he will be able to go happily hunting for ducks as a teenager, but the fact that his father Howard applied for a gun permit… and was issued one!

Bubba is yet to start teething and already owns a gun, as stated in the license granted him, which bears his photograph, size, weight and a small scrawl by way of his signature.

That’s some «freedom» you’ve got in your country, Bubba! Honestly, I wouldn’t like to be in the shoes of the child who refuses to let you borrow his tricycle.
 

   
   
Estados Unidos

«Toma, nené»

Un niño de solo 10 meses, acaba de recibir como herencia una escopeta. El padre solicitó para él una licencia de armas y la consiguió 
Por: Luis Luque Álvarez

Correo: digital@jrebelde.cip.cu

17 de mayo de 2007 00:10:15 GMT
Escopeta de caza  Beretta 686No ha pasado aún un mes desde que un adolescente cometiera una masacre en un instituto de Virginia, EE.UU., y ya el Chicago Sun Times trae esta escalofriante curiosidad: Bubba Ludwig, de solo 10 meses —una ¿edad? a la que todavía no sabe cómo agarrar el biberón— acaba de recibir de su abuelo una herencia «como para morirse»: una escopeta.

El modelito es el que ven en la foto: Beretta 686. Y la noticia no está en que, de adolescente, podrá usarla para irse feliz a cazar patos, sino en que su padre, Howard, solicitó para él una licencia de armas. ¡Y la consiguió!

Bubba, al que aún no le ha salido ni un diente, ya es dueño de un arma. Y así consta en el permiso obtenido, en el que aparece su foto, datos sobre su talla y su peso, y un débil garabato, a modo de firma.

¡Pues vaya si la «liberty» es apabullante en tu país, Bubba! Sinceramente, pobre del niño que no quiera prestarte su velocípedo.