Pandillas anuncian un acuerdo de paz

Afroamericanos y latinos se comprometen a un cese condicionado de las hostilidades

Jorge Morales Almada

18 de enero de 2007
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El sábado pasado autoridades y activistas
afroamericanos y latinos realizaron una
verbena popular en la calle 206 de
Harbor Gateway.
JAZMÍN ORTEGA/La Opinión)


Pandilleros latinos y afroamericanos que operan en Harbor Gateway y que han sido rivales por años, se comprometerán hoy al cese de las hostilidades en esa área de la ciudad, pero poniendo condiciones.

Sin embargo, el procurador de la ciudad, Rocky Delgadillo, ha advertido que no negociarán con pandilleros.

Para Charlene Lovett, madre de la niña afroamericana Cheryl Greene, asesinada a balazos por supuestos pandilleros latinos, la tregua es un buen inicio para llegar a la solución de la violencia callejera.

"Es maravilloso, espero que con eso cambie la situación en que vivimos aquí, que la comunidad pueda vivir en paz y en armonía", comentó a La Opinión la señora Lovett, quien después de la muerte de su hija de 14 años, el pasado 15 de diciembre, se uniera a activistas afroamericanos para tratar de detener esa violencia.

"Creo que es el principio y eso siempre es bueno, tomará tiempo, pero es el inicio y espero que las pandillas cumplan con esa tregua", dijo.

Lovett consideró que la policía debe continuar haciendo su trabajo de proteger a la sociedad, sin importar lo que estén haciendo las pandillas.

Los pandilleros han condicionado que las autoridades revisen los casos de acusaciones contra de tres miembros de sus agrupaciones callejeras, a quienes consideran fueron procesados injustamente de asesinar a tres hombres negros. También han pedido que se detengan las restricciones a pandillas que se han llevado a cabo desde hace tiempo.

Pero Rocky Delgadillo insistió: "Nosotros nunca negociamos con miembros de pandillas criminales".

En un comunicado, el procurador señaló que los angelinos exigen un fin a la violencia y destrucción que acarrean las pandillas y para ello están trabajando con la comunidad y con el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).

"En este esfuerzo conjunto definimos los términos y alcances de nuestras restricciones legales, y seguiremos aplicándolas con todo el peso de la ley, buscando asegurar la protección y seguridad de todos los que viven en nuestra ciudad", destacó.

El LAPD no quiso emitir declaración respecto al acuerdo al que estarían llegando hoy los pandilleros latinos y negros.

Para acordar una tregua intervinieron varios líderes comunitarios afroamericanos, entre ellos Najee Ali, director del Islamic Project HOPE.

"Dios fue quien movió sus corazones", dio crédito Najee Ali. "Esperamos que las muertes no sean en vano y que por fin haya paz en esta comunidad".

El sábado pasado autoridades y activistas afroamericanos y latinos realizaron una verbena popular en la calle 206 de Harbor Gateway, donde los pandilleros marcaron su territorio con la llamada "línea prohibida" para impedir el paso de pandilleros rivales.

Fue en esa reunión que pandilleros de ambos bandos se pusieron en contacto con Najee Ali para acordar la tregua. El lunes se volvieron a reunir y decidieron que este jueves a las 1:00 de la tarde, frente al mercado Del Amo, donde mataron a Cheryl, se firme el acuerdo de paz.

Los activistas confían que esta tregua sea un modelo que se pueda aplicar al resto de la ciudad donde latinos y afroamericanos tienen conflictos.

"Esto es histórico", agregó Najee Ali. "Nunca he oído de una tregua similar, esperamos que varios pandilleros se unan".

Como encargado del Comité sobre Violencia de Pandillas y Desarrollo Juvenil, el concejal Tony Cárdenas informó ayer que luego de la recepción del reporte elaborado por la organización Advancement Project, se estarán evaluando los programas institucionales que se llevan a cabo.

"Es la primera vez en Los Ángeles que estamos haciendo una evaluación sobre el pandillerismo", mencionó.

La evaluación, dijo, servirá para poder cumplir con las más de 100 recomendaciones que se hacen en el reporte en el que colaboró y presentó la activista de derechos civiles, Connie Rice.

Cárdenas destacó los costos de la violencia pandilleril a la ciudad: "Por cada asesinato se gasta alrededor de un millón de dólares", dijo. "Eso quiere decir que cada persona que paga sus impuestos está siendo afectada, las pandillas es algo que afecta a todos, por el dinero que gastamos".

Durante los últimos 6 años, citó datos del LAPD, se han cometido 2,200 homicidios relacionados con pandillas.

"Si no hacemos algo de inmediato, vamos a ver lo mismo para los próximos seis años", pronosticó.

Para Connie Rice, las pandillas son a Los Ángeles lo que la diarrea es para Bangladesh, donde esa enfermedad es la causa principal de mortalidad infantil.

"Con más de 700 pandillas en la ciudad, Los Ángeles es la capital mundial de las pandillas… los epidemiólogos que consultamos nos dijeron que esto va en aumento y que prácticamente Los Ángeles está en guerra… Necesitamos un plan responsable y de consolidación de vecindarios", dijo Rice.

El concejal Cárdenas reconoció que los programas del gobierno no son suficientes para combatir el problema, ya que actualmente existen 93 mil niños y adolescentes sin escuela y sin empleo y sólo 61 personas trabajando en programas de prevención de pandillas.

Aunado al bajo número de trabajadores antipandillas, hay casi 40 mil pandilleros que buscan reclutar más jóvenes.

Ayer por la tarde varios líderes comunitarios, funcionarios públicos y ex pandilleros se reunieron en el Concejo Municipal para analizar los resultados del reporte de Advancement Project.

"Vamos a reevaluar lo que estamos haciendo en la ciudad, porque cada año estamos gastando más de 26 millones de dólares en programas y sabemos que muchos sí sirven, pero otros no", dijo Cárdenas.