JUVENTUD REBELDE
Friday, March 25, 2005
Hypocrites

By Lázaro L. Fariñas*
*Cuban Journalist based in Miami

A CubaNews Translation
Edited by Walter Lippmann

[As predicted by specialists, Schiavo died Thursday March 30, 2005. wl]

When one witnesses how lies, deceptions and political maneuverings use the rein of power to interfere in purely family matters, one realizes how sick that society is. The US Congress, controlled by the Republican Party in both chambers, held an extraordinary session last Sunday to hurriedly pass a law dealing with a family drama which courts in the State of Florida have long been trying to solve.

It involves the case of Terry Schiavo, a brain-damaged woman who, fifteen years ago, had an accident that caused her to fall into a persistent vegetative state, in which she had to be artificially fed with no hopes whatsoever for recovery.

For more than seven years, state courts have been dealing with a savage feud between Shiavo’s husband and parents over deciding whether to keep her artificially alive or to disconnect her. Terri Schiavo's husband favoured disconnection, which was also the decision of the jury who took into consideration the doctors’ advice. Nonetheless, her parents wanted to keep her alive. Court decisions were constantly interfered with by political maneuvers by the Governor of the State of Florida until the case was taken to the Supreme Court, where the judicial order was finally decreed two weeks ago.

When Terry Schiavo’s feeding tube was removed in Tampa, the [U.S.] Congress, under orders from President George W. Bush, met in Washington, to rush through a bill that would give federal courts jurisdiction in the case, hoping to get a different outcome. The Congress spent Sunday night debating the law and early in the morning, President George W. Bush returned from his ranch in Crawford, Texas to sign it.

Why have Republicans created such excitement to revoke a judicial order from Florida courts? Why does a President, who has ratified so many death sentences as governor of Texas, care about the life of a person who was clinically a vegetable? Why does an administration whose death toll in Iraq amounts to thousands dare declare that it is “concerned” about the life of a woman?

In the House of Representatives, a Democratic congresswoman repeatedly refuted Republican arguments used to justify the enactment of this absurd law. She detailed the tortuous legal path that the case has undergone during the past seven years. Nevertheless, Republican congressmen paid no attention to her, as they had already made up their minds, despite being fully aware of the truth and the actual condition of Terry Schiavo.

The approval of this law was nothing but political gamesmanship for the forthcoming mid-term elections; an effort to please the ultra-right fundamentalists who had supported the Republicans during last year’s elections, with the hope that they would lend their support again next year.

The tragic case of Terry Schiavo and her family’s suffering should never have been used as political weapons by a party who repeatedly lies – nor by a president who was so unscrupulous as to sign a law in 2005 that goes directly against one he had signed while governor of Texas in 1999.

According to the law signed by Bush in 1999, which is still in effect, medical doctors are empowered to disconnect any patient from the equipment that keeps them alive if they consider that patient has no possibility of recovery. According to this law, the doctor’s decision overpowers the will of the patient’s family.

“Hypocrites” is the only suitable word to describe the Republican Congress and the current US president.

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JUVENTUD REBELDE
Viernes, 25 DE MARZO DEL 2005

Hipócritas

Lázaro L. Fariñas*

Algo funciona bien mal en una sociedad cuando la mentira, el engaño y la politiquería utilizan las riendas del poder para inmiscuirse en problemas estrictamente familiares. El Congreso de los Estados Unidos, dominado completamente en ambas cámaras por el Partido Republicano, se reunió en sesión extraordinaria el domingo pasado para analizar una ley que se inmiscuye en un drama familiar que se ha venido dilucidando en las cortes de familia del estado de la Florida.

Se trata del caso de una mujer que, debido a un accidente que tuvo hace quince años, se encuentra acostada en una cama con una lesión cerebral que la mantiene en un estado vegetativo, alimentada artificialmente y, según los médicos, sin la más mínima posibilidad de recuperación. Terry Schiavo, el nombre de la mujer, fue desconectada de la máquina de alimentación que la mantiene viva el fin de semana pasado, de acuerdo con una orden del juez que lleva su caso. Según los expertos, sin el tubo que la alimenta, la Sra. Schiavo podrá durar alrededor de 14 días viva. Poco a poco, afirman, irá muriendo sin tan siquiera sentir el hambre y la sed.

Debido a una disputa entre el esposo de Schiavo y sus padres, el caso lleva más de siete años en las cortes estatales. El esposo quiere que su señora sea desconectada de la máquina que la mantiene viva artificialmente, mientras la familia quiere que se mantenga conectada. Al no dar los médicos ningún tipo de esperanza para su recuperación, las cortes, una y otra vez, han fallado a favor del esposo. Sin embargo, por interferencias políticas del gobernador del Estado, las órdenes judiciales no han podido llevarse a cabo.

El caso se ha llevado hasta la Corte Suprema de la Florida, y no ha sido hasta hace unos días que, definitivamente, se llevó a cabo la orden judicial. Pero inmediatamente que en Tampa la mujer fue desconectada, el Congreso en Washington, por orden del presidente George W. Bush, se reunió para pasar una ley especial que sacó el caso de las cortes estatales y lo puso en las federales, con la esperanza de que en estas se consiguiera un fallo favorable a los padres de la Sra. Schiavo. El Congreso se pasó la noche entera del pasado domingo reunido para aprobar la ley, y a primera hora de la madrugada, el Presidente, que apresuradamente dejó su famoso rancho de Texas para regresar a Washington, la convirtió en ley firmándola.

¿Por qué han formado los republicanos esta tremenda algarabía para detener la orden judicial de la corte floridana? ¿Por qué un presidente que se ha cansado de ratificar centenares de sentencias de muerte cuando era gobernador de Texas, ahora hasta pierde el sueño y sus sagradas vacaciones para tratar de salvarle la vida a una persona que médicamente es un vegetal? ¿Por qué una administración que ha llevado a la muerte a miles y miles de personas en Iraq ha mentido otra vez al decir que están “preocupados” por la vida de esta mujer?

Allí en la Cámara de Representantes, una congresista demócrata desmintió una y otra vez todos los argumentos que estaban exponiendo los republicanos para justificar la aprobación de esa insólita ley. Allí expuso el tortuoso camino legal que este caso ha recorrido durante los últimos siete años y allí no le hicieron caso alguno, porque esos congresistas sabían la verdad sobre lo que había ocurrido y sobre el verdadero estado de salud de la pobre mujer que yace en una cama en la Florida.

La aprobación de la ley era una jugada política, con vista a las elecciones parlamentarias del año que viene. Todo lo estaban haciendo para complacer a la ultraderecha fundamentalista que los ayudó en las elecciones presidenciales del año pasado y para que los apoyen el año que viene.

El lamentable caso de Terry Schiavo y el drama familiar que se ha creado nunca debieron haber sido usados como armas politiqueras por un partido que miente y vuelve a mentir, y menos aún por un presidente que no ha tenido ningún escrúpulo en firmar una ley en el 2005 que va directamente en contra de otra ley que firmó, como gobernador de Texas, en 1999. Dicha ley, que está vigente, le da a los médicos la potestad de desconectar a cualquier paciente, que ellos consideren no tiene ningún tipo de posibilidad de recuperación, de la máquina que los mantiene vivos, aun por encima de la voluntad de los familiares. Hipócrita, es la única palabra con que se puede catalogar al congreso republicano y al presidente actual de los EE.UU.

*Periodista cubano radicado en Miami

http://www.jrebelde.cu/2005/enero-marzo/mar-25/opinion.html

 

Another Cuban discussion of this case:

¿Caso cerrado?
Por Raúl San Miguel

[23.03.2005]-Hora 10:40 am de Cuba

El caso de la esposa de Michael Schiavo es terrible. Más aún porque el señor Schiavo ha reconocido públicamente que el presidente de los Estados Unidos manipula, con fines políticos, la decisión de conservar la sonda alimenticia que mantiene con vida artificial (estado vegetativo) a la señora Schiavo: mujer declarada con muerte cerebrar desde hace 15 años.

Señora Schiavo: mujer declarada con muerte cerebrar desde hace 15 añosMichael Schiavo, manifestó su indignación contra la intervención de los legisladores y del presidente norteamericano que llevaron el asunto hasta el Congreso, de forma excepcional, el pasado domingo para discutir el delicado tema hasta convertirlo en un programa nacional por obra y gracia de quienes se benefician de la imagen, de buenos políticos al servicio del mismo pueblo que reclama la retirada de miles de jóvenes embaucados en Iraq.

Por supuesto el mandatario de la Casa Blanca desató un sinfín de cuestionamientos cuando expresó que "Este es un caso complejo, en circunstancias complejas y lo apropiado es errar a favor de la vida". ¡Increíble! El señor de la Casa Blanca no tuvo ningún rubor al justificar su posición de "salvador" en medio de las protestas de miles de personas y familiares de soldados y reservistas víctimas de la guerra imperialista desatada contra Afganistán e Iraq. Ni siquiera ha prestado atención a la solicitud de justicia reclamada por Viet Nam en relación con las secuelas del Agente Naranja que aún provoca muertes en la nación Indochina.

"Errar a favor de la vida" es un soberano disparate. Por supuesto, tamaña afirmación solo tiene lógica cuando proviene de un gobierno que ha lanzado miles de toneladas de explosivos para "establecer la democracia" en "cualquier lugar oscuro del mundo" donde se encuentre (sus intereses) petróleo y se ponga en peligro "la seguridad territorial" de los Estados Unidos.

No obstante, el señor Bush debía comparecer, en algún momento y por algún motivo, frente a las cámaras. Así lo establecen sus asesores y especialistas publicitarios. Sobre todo porque hay mucho movimiento internacional en contra de la política exterior estadounidense. Son más los que repudian (dentro y fuera de casa) y menos los que se pliegan a los designios de Washington. Malo, malo. Un asunto verdaderamente complejo, complicado, oscuro e irreversible de continuar perdiendo la credibilidad que se fabricó frente a un oponente (recuérdese la carrera por la Casa Blanca) en la que recordó a los personajes de Tom y Jerry en un final inesperado.

Sobredimensionar el asunto de los Schiavo, con una reunión extraordinaria del Congreso y el regreso urgente del señor Bush, deja un sabor amargo ante desproporcionada urgencia. Incluso obliga a reflexionar sobre el total desprecio a la vida de los cientos de personas que han sido desmembradas por las bombas y cohetes norteamericanos. Personas que ni siquiera conocen el idioma de quienes les matan y mucho menos encuentran un jurado que pueda impartir justicia ante tamaño genocidio.

A pesar de los criterios emitidos por la secretaría de defensa es un hecho, casi indiscutible, que (por ejemplo) los cohetes Crucero lanzados contra Iraq, impactan en el lugar a donde fueron previamente dirigidos: objetivos colaterales.

Al Pentágono le resulta difícil restablecer su estrategia de ocupación Imperial mientras exista la resistencia que elimina a sus efectivos día tras día. Eso lo sabe perfectamente el presidente, pero no puede analizar el asunto porque no se trata de "un caso complejo, en circunstancias complejas".

Sin embargo, el señor Bush entró en el Show. El Presidente anunció el fin anticipado de un breve descanso en su rancho de Texas, para firmar una ley que sus seguidores dijeron permitiría que un juez federal ordene la reinserción de la sonda de alimentación. Pero, según una encuesta realizada por el canal ABC, el 70% de los estadounidenses sostiene que la acción del Congreso fue inapropiada y el 67% pensó que los legisladores intentaban mantenerla viva más por motivos políticos que por una real preocupación por la mujer o los principios que estaban en juego.

La señora Terri Schiavo sufrió una lesión cerebral irreparable en 1990, cuando su corazón dejó de latir por unos instantes debido al parecer a un desequilibrio de potasio provocado por un desorden alimenticio. Puede respirar por sus propios medios, pero necesita de la sonda alimenticia para mantenerse viva.

Médicos designados por los tribunales sostienen que permanece en un estado vegetativo continuo y no existen esperanzas de que se recupere.

La decisión presidencial ocurre en uno de los momentos más críticos del mandato de Bush en relación con la asistencia médica y las posibilidades de los ciudadanos estadounidenses para acceder a estos servicios.

 

http://www.elhabanero.cubaweb.cu/2005/marzo/nro1233_05mar/inter_05mar927.html

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